Por Eduardo Fernandez Cantelli, profesor IE Business School y experto en marketing deportivo
Tal y como ha venido ocurrido estos últimos años, el mes de febrero señala el comienzo de los Octavos de Final de la Champions League y la Segunda Fase de la Copa Libertadores. Llega el momento de la verdad para estos dos torneos que, si bien se han consolidado como las dos competiciones con mayor relevancia y prestigio del fútbol mundial a nivel de clubes, nos muestran estilos y retos de gestión muy diferentes.
Las competiciones que hoy conocemos como Champions League y Copa Libertadores nacieron casi simultáneamente. En 1955, el diario francés L´Équipe propuso crear una competición para decidir el mejor equipo del fútbol europeo cada temporada que se llamó Copa de Europa de Clubes y organizó la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeo (UEFA). En 1992 la Copa de Europa de Clubes se convirtió en la Champions League y adoptó un nuevo formato más atractivo para los operadores televisivos garantizando así mayores ingresos. En 1960 la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) invitó a 7 equipos de otros tantos países a la primera edición de la Copa de Campeones de América que posteriormente jugarían los campeones de cada país y definiría cada año al mejor equipo de la Confederación. Esta copa se llamó Copa Libertadores a partir de 1965. En 1998 se incorporaron equipos de México y un año después de Venezuela. Hoy la juegan 38 equipos representando a 11 países.
El sistema actual de competición de Champions y Copa Libertadores se ha diseñado para que se jueguen un alto número de partidos. Para ello combina el formato de liguilla y de eliminación directa. Ambos torneos comienzan con una ronda preliminar seguida por una primera fase donde 32 equipos forman 8 grupos con 4 equipos cada uno que se enfrentan entre sí a doble partido. Los 16 mejores equipos de esta primera fase se clasifican para Octavos de Final y a partir de aquí se pasa al formato de eliminatoria directa hasta que dos equipos alcanzan la final. Los emparejamientos se determinan por sorteo abierto en la Champions y por resultados deportivos durante la Fase de Grupos en la Copa Libertadores.
Como el resto de las grandes organizaciones deportivas globales, UEFA y CONMEBOL fundamentan su modelo de negocio para Champions y Copa Libertadores en los ingresos obtenidos por tres vías: venta de derechos audiovisuales (principalmente televisión), acuerdos de patrocinio y cesión de espacios para publicidad. Una cuarta vía sería la venta de entradas pero esta gestión es responsabilidad de los clubes.
La gran diferencia entre estas dos competiciones se encuentra en la cuantía y gestión de los ingresos. Esta temporada la UEFA ingresará unos 1,150 millones de Euros por la explotación comercial de la Champions. La CONMEBOL no revela la cuantía de los ingresos comerciales de la Copa Libertadores. Este hecho pasaría más desapercibido si los clubes americanos no reclamaran no sólo mayores ingresos comerciales sino también un mejor reparto de los mismos. Porque la realidad es que las cantidades que UEFA y CONMEBOL reparten con los clubes que participan en la Champions y los de la Copa Libertadores son significativamente dispares. Los clubes de la Champions se reparten 500.7 y 409.6 millones de Euros en función de éxitos deportivos y cuota televisiva respectivamente. Mientras tanto, los clubes americanos que participan en la Copa Libertadores se reparten unos exiguos US$ 53.2 millones. Esto hace que los ganadores de cada torneo pueden llegar a ingresar por éxitos deportivos alrededor de 37 millones de euros (Champions) y US$ 6.1 millones (Copa Libertadores). En el caso de la Champions aún hay más: los 32 equipos que juegan la Fase de Grupos se reparten por cuota televisiva 409.6 millones de Euros. La cuota televisiva es una cantidad que se establece de acuerdo al valor proporcional del mercado televisivo representado por cada país. Al valor de la cuota televisiva de cada país se le asocian unos ingresos que se dividen entre los equipos de ese país que juegan la Fase de Grupos. No todos los equipos reciben la misma cantidad. Los finalistas de la edición anterior de la Champions, Real Madrid y Atlético de Madrid, ingresaron 20.5 y 17.1 millones de Euros respectivamente por cuota televisiva. A pesar de ser los finalistas no fueron los clubes que más ingresaron. El PSG, que cayó eliminado en Cuartos de Final, ingresó 33.9 millones de euros.
Indiscutiblemente, la obtención de ingresos y su reparto entre los clubes condiciona las prioridades de UEFA y CONMEBOL sobre la gestión de la Champions y Copa Libertadores. Para la UEFA la prioridad sobre la Champions League es proteger un equilibrio competitivo que garantice el interés de los espectadores y maximice los ingresos que se reparten los clubes. Por su parte, la CONMEBOL no ha resuelto un principio básico de gestión: la transparencia; y sin transparencia los clubes no confían en la gestión ni participan de las decisiones y otros debates se hacen inútiles. Mientras tanto, la gente se pregunta si equipos precedentes de otros países o nuevos operadores televisivos ayudarían a crecer a la Copa Libertadores incrementando potenciales audiencias. Todo puede ayudar pero sin saber de dónde se parte es difícil avanzar.