CUARTO PAQUETE. Finalmente, Alonso Segura anunció el lanzamiento del nuevo paquete de medidas dispuesto para reactivar la economía. Con este estímulo, que contempla una inyección fiscal de 0.3% del PBI, el Gobierno habría generado un impacto total de 1.5% del PBI en lo que va del año. E incluso, Segura también anunció que se vendría un paquete más antes de finalizar el año.
Este cuarto grupo de medidas se caracteriza principalmente por el impulso fiscal y por la flexibilización de los regímenes tributario y laboral (aunque ciertamente dispone de otras medidas como la aceleración de permisos).
El impulso fiscal tiene un componente de corto y otro de mediano plazo. El primero de ellos fue diseñado notablemente para cumplir un objetivo muy puntual: elevar el consumo en diciembre para que el PBI del último mes del año muestre una cifra significativamente mejor a la de meses anteriores; y así, comenzar el siguiente año con “viada”. Para el mediano plazo, el MEF ha destinado S/. 600 millones para implementar proyectos de pequeña envergadura en el sector Desarrollo e Inclusión Social. De acuerdo a Segura, se han identificado proyectos factibles y ejecutables en el corto plazo para este caso. El problema de la gestión, no obstante, sigue siendo un impedimento.
Aunque el multiplicador de la inversión pública suele ser mayor al del gasto corriente, es sumamente importante para el Gobierno aprovechar el efecto psicológico del cambio de año para dejar atrás el pesimismo del 2014. En ese sentido podría ser un poco más comprensible los mecanismos poco ortodoxos -como el aguinaldo de S/. 300 para los 1.7 millones de funcionarios públicos y el aumento en las transferencias de Juntos y Pensión 65- si es que no se vuelven un gasto permanente.
Ha sido grato encontrar en este paquete una respuesta (parcial) a un tema en el que hemos insistido. Aunque ciertamente nos hubiese gustado ver mayor osadía en el aspecto laboral, es interesante que se haya escogido a un grupo demográfico poco vulnerable –como los jóvenes menores de 24 años- para flexibilizar el régimen laboral. Sin embargo, esta reforma debe profundizarse y generalizarse, centrándose en los costos asociados a los despidos, un tema que se tocó solo tangencialmente. Igualmente importante es evaluar el nivel adecuado de impuestos con el fin de incentivar la formalización.
