Este lunes, Netflix había anunciado que la sexta temporada, cuya grabación había empezado, sería la última de la serie de intriga política House of Cards, una de sus producciones más exitosas.

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En una declaración conjunta de Media Rights Capital, la productora detrás de House of Cards, y Netflix, esta dijo que estaba “profundamente preocupada” por las acusaciones contra Spacey.

“ Netflix pretende utilizar los ingresos netos de esta emisión para sus propósitos empresariales en general, lo que podría incluir la adquisición de contenido, la producción y el desarrollo, así como inversiones y potenciales compras y transacciones estratégicas”, indicó la empresa.

Dentro de sus actividades, Netflix destacó un incremento del 33% en los ingresos procedentes del “streaming” a nivel global entre julio y septiembre, que se tradujeron en 2,875 millones para las arcas de la compañía.

Netflix parece estar construyendo una casa de naipes alrededor de su contenido. Entre deudas y obligaciones suman más de US$ 20,000 millones. ¿Le alcanzarán sus series y películas para sobrevivirla?

Sin la necesidad de atraer a los anunciantes, la compañía está protegida de las audiencias semanales que determinan el destino de la mayoría de los dramas y comedias.

Mientras que en EE.UU. el Congreso es un lugar relevante para construir una carrera política, la mayoría de los políticos de América Latina no buscaría construir su carrera política en tales posiciones.