Es fácil afirmar que los negocios modernos son muy frenéticos. La semana pasada, 10,000 millones de acciones de las 500 compañías más grandes de Estados Unidos cambiaron de manos, sus CEO recibieron 750,000 correos electrónicos y, en cinco días, estas empresas habrán recomprado US$ 11,000 millones de sus propias acciones, un monto cercano a lo que han invertido en sus operaciones.