El gran desafío de la reforma del Sistema Privado de Pensiones (SPP) es brindar un sano y buen rendimiento en el largo plazo a los aportantes. El superintendente de la SBS, Daniel Schydlowsky, afirmó que se tiene una hoja de ruta para abordar el tema de la gestión de inversiones y riesgos por parte de las AFP.

Esta hoja de ruta, presentada en el marco del II Foro Anual de Procapitales, incluye estos cinco aspectos clave para superar el mencionado gran desafío:

1- Agilizar el proceso de toma de decisión de las AFP
Implica mayor participación y responsabilidad de la AFP en el proceso de registro de decisiones de inversión. Los instrumentos simples se podrán registrar sin autorización previa, mientras que los instrumentos complejos serán autorizados y registrados en un sólo paso.

Los costos y plazos de registro de inversiones serán reducidos y se incluirá la autorización en este paso. La SBS supervisará la gestión del portafolio ex-post.

“La idea es que una buena parte de lo que hoy requiere autorización previa pase a los operadores, y que ya no estemos nosotros en medio y miraremos después. La intención es que todo funcione más rápido de de manera más sencilla”, dijo Schydlowsky.

2- Ampliar las alternativas de inversión
Para ello, lo primero es revisar la definición y clasificación de los instrumentos de inversión, evaluar una reducción en los requerimientos mínimos -como tamaños de fondo y montos mínimos a administrar-; y también revisar los límites de inversión, ya sea eliminando, modificando o incorporándolos.

De otro lado, también habrá fondos alternativos y un uso más eficiente de los instrumentos derivados, bajo la definición de “gestión eficiente de portafolio”. Esto incluye la autorización de mandatos autorizados a gestores expertos, como las SAFI.

“Hay una cantidad de nuevas formas de hacer las cosas que deben ser parte del menú. La ley permite una mayor amplitud y acción para cobertura de riesgos, esto tiene que ser incorporado”, apuntó.

3- Mejorar la gestión de inversiones y riesgos
En este punto, lo clave es que el análisis de las políticas de inversión de las AFP incluya su impacto positivo sobre la economía y la rentabilidad de los fondos. Además, se debe establecer nuevos requerimientos de calificación y experiencia del personal que maneja las inversiones de las AFP.

“Siendo operadores grandes en una pecera chica, los efectos sectoriales y macroeconómicos son importantes. Nosotros tenemos que estar seguros de que se incorporan en las decisiones de inversión”, declaró el superintendente.

*4- Determinar un nuevo esquema de rentabilidad mínima”
Sobre este aspecto, se deberá evaluar la estructura actual empleando una metodología basada en riesgo y que tome en cuenta benchmarks, es decir, puntos de referencia sobre los cuales hacer comparaciones. Asimismo, se requiere el desarrollo de benchmarks locales de renta fija y variable.

“Este es el tema de cómo evaluamos el resultado. Aquí hay un desafío realmente complicado porque hay dos temas: La ley exige rentabilidad mímina, que necesitamos redefinir. Por otro lado, necesitamos incorporar benchmarks en una visión de mediano y largo plazo”, indicó.

5- Mayor transparencia de información sobre la gestión
La idea del último punto es que el afiliado cuente con la información sobre el proceso de inversión, la composición del portafolio en el que se invierte y sobre el resultado de la inversión, incluyendo resultados detallados, comparaciones respecto a los benchmarks y entre AFPs.

“Cada administrador debe decir a sus afiliados como va a invertir, cual es su estrategia y por qué se posiciona en ciertos sectores y no en otros. También se debe informar cómo el portafolio se porta respecto a la estrategia. Hoy día se informa poco y tarde, eso tenemos que arreglarlo”, finalizó.