Londres (Reuters).- Los bancos británicos tendrán que levantar 13,000 millones de libras (20,400 millones de dólares) de nuevo capital y cumplir con límites más estrictos para prestar dinero antes que sus pares en los mercado internacionales, porque el Banco de Inglaterra busca limitar los riesgos en el sector financiero.
Los activos de los mayores bancos británicos equivalen a cinco veces el tamaño de la economía, pese a una reestructuración radical tras el desplome financiero de 2008, por lo que el banco central teme que su tamaño sea tal que si caen provoquen un grave daño a la economía.
Sin embargo, en privado algunos banqueros se quejan de que la exigencia de un nivel de capital más alto y los límites al apalancamiento están minando su capacidad para entregar créditos y apoyar una débil recuperación económica.
La Autoridad de Regulación Prudencial (PRA, por su sigla en inglés) dijo que el déficit de capital total de cinco bancos del Reino Unido a finales del 2012 era de 27,100 millones de libras, ligeramente por encima de su estimación inicial de 25,000 millones de libras ofrecida en marzo de este año.
Los bancos mencionados son Royal Bank of Scotland (RBS), Lloyds Banking Group, Barclays, Co-operative Bank and Nationwide Building Society.
Los bancos ya habían elaborado en marzo planes para recaudar 12,500 millones de libras durante este año -aproximadamente la mitad del déficit total- y la PRA elevó esta estimación a 13,700 millones de libras el jueves.
El banco parcialmente nacionalizado RBS supone casi la mitad del déficit, unos 13,600 millones de libras, lo que destaca los desafíos que enfrenta el primer ministro británico, David Cameron, para vender el 81% que el Estado posee.
Lloyds Banking Group debe tapar un déficit de capital de 8,600 millones de libras (13,500 millones de dólares), dijo el regulador, un día después de que el Gobierno reveló planes para devolver al prestamista parcialmente nacionalizado al sector privado.
Gran Bretaña está tratando de restaurar la confianza en el sector bancario, que debió ser apuntalado por los contribuyentes durante la crisis financiera del 2007-09. Además de su participación minoritaria en Lloyds, el Gobierno también controla un 81 por ciento de Royal Bank of Scotland.
El objetivo es que los bancos tengan un núcleo de capital equivalente al 7% de sus activos ponderados por riesgo para diciembre, el nivel mínimo en virtud de las nuevas normas globales de capital de Basilea III que se están introduciendo gradualmente.
En una nueva decisión, la PRA también estableció un ratio de apalancamiento del 3% para los bancos del Reino Unido, con efecto inmediato, que efectivamente limita la cantidad que pueden prestar en función de su capital. Esto viene cinco años antes de un plazo acordado a nivel mundial.