El precio del oro ha tenido un incremento de 18% en lo que va del 2016, rompiendo con la tendencia a la baja de más de dos años. A la fecha el precio promedio del 2016 asciende a US$ 1,207 por onza, superando el promedio alcanzado en el 2015 (US$ 1,160 por onza).
La recuperación del precio del oro se da en un ambiente en el que los fundamentos de oferta y demanda siguen siendo positivos pero, además, las expectativas de incremento de tasas de interés en EEUU se han reducido. Sin embargo, desde el último miércoles, el precio del oro ha tenido una caída de 2%, señala Erika Manchego del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
En su reporte semanal, agrega que el factor que gatilló esta reciente caída fue la publicación de las minutas de la Reserva Federal de EEUU (Fed) con un tono un poco más agresivo de lo que esperaba el mercado.
Luego de la publicación de las minutas, una parte del mercado empezó a internalizar la probabilidad de un alza de tasas de interés en la siguiente reunión de la Fed, programada para el 14 y 15 de junio.
Es probable que durante las tres próximas semanas se incremente la volatilidad en el precio del oro. El comportamiento del dólar, la publicación de indicadores económicos y algunos comentarios de los miembros del comité serán los principales factores a tomar en cuenta durante las próximas semanas.
A nivel técnico, el precio del oro se mantiene en un canal al alza de mediano plazo. Antes de la caída de la última semana, el precio del oro ya venía cayendo como parte de una corrección técnica después de haber tocado los US$ 1,300 al cierre de abril. Esta corrección es saludable para la figura técnica del oro. Previamente, había estado en niveles de sobrecompra que no eran sostenibles.
Actualmente, el precio está reconociendo la media móvil de los 50 días (US$ 1,250) como nivel de soporte. De romper este nivel, el precio podría caer hasta cerca de los US$ 1,235 sin generar daños a la figura alcista de mediano plazo. Es probable que el precio fluctúe entre US$ 1,300 y US$ 1,235 durante las próximas semanas.
El riesgo de que rompa el piso del canal es mayor que el de romper el techo. Es más fácil que un precio revisite niveles ya vistos hace poco -por debajo del piso- a que entre en terreno nuevo -mayor a US$ 1,300-. Por lo menos en el corto plazo.
Si el precio rompiera el canal al alza que se ha formado en los últimos meses, podría alcanzar fácilmente los US$ 1,200. Si bien a este nivel existiría un daño importante en la figura técnica, no necesariamente significaría un retorno al canal bajista de largo plazo y podría dar origen a un movimiento lateral temporal.
Si el precio no reconociera el soporte de US$ 1,200, el daño a la figura técnica sería grave. Cotizar por debajo de US$1,200 implica regresar al canal bajista de largo plazo, con la posibilidad de tocar el piso de US$ 1,150 en un año.
Este escenario es el menos probable, el incremento en las tenencias de ETFs y el sentimiento positivo de los inversionistas hacia los metales preciosos le otorga un soporte importante al precio. Sin embargo, el factor predominante en el comportamiento del precio sigue siendo la política monetaria de EEUU y las expectativas del mercado respecto a ella, lo cual está relacionado con el canal alcista de mediano plazo.
“Que el precio supere los US$ 1,300 requerirá un gatillador más potente o un tiempo más largo”, concluye.