El precio del cobre subió pero se encaminaba a su mayor pérdida semanal en 11 meses, ya que las preocupaciones sobre los problemas crediticios y la demanda industrial en China, el mayor consumidor mundial del metal, limitaron las ganancias.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres cotizó sobre el final de la sesión a US$ 2.93 la libra (US$ 6,468.50 por tonelada), un alza de 0.8% respecto del cierre de la víspera.
Días antes, el metal tocó mínimos de 44 meses de US$ 2.89 la libra (US$ 6,376.25 por tonelada), ayudando a contener la tendencia a la baja del cobre. Las primas del metal en zonas de depósito fiscal en Shanghái se mantenían estables por cuarto día entre US$ 120 y 150 por tonelada, según Shmet, que provee precios desde China.
Pero en general, el mercado sigue preocupado debido a que problemas crediticios en China podrían desmantelar acuerdos financieros que usan al metal como colateral.
Los temores se intensificaron la semana pasada luego de la primera cesación de pagos de bonos domésticos de una empresa en China. El gigante asiático consume alrededor del 40% del cobre usado en el mundo.
Datos mostraron en la víspera que el crecimiento de la inversión, las ventas minoristas y la producción fabril cayeron a mínimos de varios años. La producción fabril subió un 8.6% en los primeros dos meses del 2014 respecto al año pasado, incumpliendo las expectativas del mercado.
El metal, usado en las industrias de la energía y la construcción, estaba en camino a registrar una caída del 5% en la semana, su mayor pérdida semanal desde mediados de abril del año pasado.
El cobre ha cedido más del 12% en lo que va del 2014.