(Bloomberg).- El Perú está demostrando ser una mejor apuesta que su vecino andino Chile en el mercado de bonos a medida que sus economías toman rutas divergentes.
Los bonos denominados en soles peruanos rindieron 17% en dólares este año, más de doble que el aumento de 7.5% de la deuda chilena, según datos de Bloomberg. Y ese mejor desempeño podría continuar.
Ello se debe a que el aumento de la confianza de los inversores en Perú por la desaceleración de la inflación y la aceleración del crecimiento permitirá al banco central evitar el aumento de las tasas de interés, dijo Rosmary Lozano, administradora de fondos de Credicorp Capital en Lima.
Chile, en cambio, debe vérselas con una desaceleración del crecimiento, resultados decepcionantes en materia de utilidades empresariales y una escasez de ventas de bonos. Sin embargo, los diferenciales de rendimiento entre las deudas de gobierno de Chile y Perú se han reducido casi a mínimos récord este año conforme los inversores se vuelcan a los activos de los mercados emergentes.
“Los indicadores fundamentales de Perú siguen siendo sólidos”, dijo Lozano. “El escenario económico mundial, con estímulo en Europa, Japón y el Reino Unido, hace que los inversores internacionales vuelvan la mirada a los mercados emergentes porque tienen buenos indicadores fundamentales y rendimientos más altos”.
Si bien Rodrigo Barros, jefe del área de renta fija de Credicorp Capital en Chile, coincide en que la deuda local de Perú es más atractiva, sostiene que los inversores de todos modos podrían ganar dinero con la compra de bonos chilenos denominados en dólares.
“Los diferenciales todavía tienen algo de margen para reducirse, lo que no ocurre con la deuda local”, señaló Barros.
Los inversores chilenos deberían buscar oportunidades en los bonos de empresas de Perú debido a las perspectivas de crecimiento de la economía, opinó Felipe Lubiano, responsable de renta fija latinoamericana de BCI Asset Management. Prueba de ello es que dos tercios de las empresas que componen el índice IPSA reportaron resultados en el segundo trimestre por debajo de las expectativas de analistas.
“Los diferenciales son demasiado ajustados y los últimos resultados de las empresas los hacen demasiado difíciles de justificar”, dijo, con referencia a la deuda corporativa de Chile.