(Reuters).- Las perspectivas para las monedas de los mercados emergentes se han mantenido notablemente estables pese a un aumento de la volatilidad en el mercado, porque persisten las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos seguirá su curso hacia un alza de tasas este año, mostró un sondeo de Reuters.
Los pronósticos para monedas como el real brasileño, el peso mexicano y el rand sudafricano en 12 meses estuvieron prácticamente sin cambios a comienzos de febrero frente a un sondeo similar del mes pasado.
Las previsiones de consenso proyectan que el dólar se fortalecerá persistentemente frente a la mayoría de las monedas porque la Fed ha sugerido que subirá las tasas de interés desde mínimos históricos en junio.
La Fed reiteró en su última reunión de enero de que se inclina por un alza de las tasas de interés durante 2015, pese a que la inflación ha estado bajo su objetivo por más de dos años.
Si los funcionarios de la Fed cambian de opinión y postergan un alza de tasas, como recomiendan muchos economistas, las monedas emergentes se beneficiarán de un período de liquidez extraordinario mucho más largo.*
Enero fue un mes inusualmente volátil para los mercados cambiarios porque otros bancos centrales bajaron tasas de interés y aumentaron sus compras de bonos por temor a la deflación.
El Banco Central Europeo fue el más claro ejemplo con un plan sin precedentes que podría inyectar más de 1 billón de euros a la economía a través de un alivio cuantitativo.
El peso mexicano, que se depreció un 1.6% en enero a 14,98 unidades por dólar, está previsto que gane terreno y se negocie en 14,17 por dólar en un año. El mes pasado la previsión era de 14 pesos por dólar.
En línea con los movimientos globales, el real brasileño alcanzó un máximo de casi dos meses y después se debilitó a 2.68 unidades por dólar en enero. La perspectiva es que se debilite a 2.81 en 12 meses, lo que se compara con una previsión de 2.8 unidades en el sondeo de enero.
A la espera de las próximas decisiones de la Fed, los analistas han pasado por alto otros riesgos para la moneda brasileña, como un posible racionamiento eléctrico y las repercusiones de un enorme escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, que podría acelerar el paso del país a una esperada recesión.
“Hay un riesgo de que tengamos un abrupto racionamiento de energía y que los pronósticos tengan que ser revisados para mostrar un debilitamiento aún mayor del real”, dijo Rodrigo Melo, economista de la empresa de gestión de activos Icatu Vanguarda de Sao Paulo.
