(Bloomberg).- Peter Sidoti abrió su oficina de investigaciones de mercado en Nueva York en 1999. Se enfocó en la cobertura de empresas de pequeña capitalización, el modelo de negocio de Sidoti & Co. era sencillo: cobraba por las operaciones y sumaba los costos de investigación a las comisiones. Durante 17 años, ese enfoque funcionó, dice Sidoti.
Luego, el año pasado: “la cosa se complicó”, dice. La mercantilización de las operaciones bursátiles hizo que su comisión de 3.5 centavos de dólar pareciera costosa.
Los fondos negociados en bolsa y la indexación encubierta también perjudicaron el negocio, así como el hecho de que los grandes bancos manejaran ofertas de acciones para empresas de nivel medio sin proporcionar investigación.
Los grandes bancos están disminuyendo su personal porque les cuesta alrededor de US$ 150,000 a US$ 200,000 por compañía cubierta proporcionar investigación, incluidos los gastos de redacción y de cumplimiento legal. Mientras tanto, las pequeñas firmas de investigación se están combinando entre sí o cerrando.
“Vemos que la cobertura de investigación disminuye”, dice Sidoti.
Así que, tomando en cuenta los desafíos, ¿qué sucederá con los proveedores de investigación como Sidoti cuando MiFID II entre en vigor?
“Todo el infierno se desatará”, prevé.
La revisión de la Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros (MiFID) de la Unión Europea entrará en vigor el 3 de enero del 2018. Entre sus objetivos principales está el de reducir los conflictos de interés entre las empresas y sus clientes.
En el pasado, un gestor de carteras podía recibir investigación de corretaje de forma gratuita, pero bajo MiFID II esto se considera un “incentivo”, que podría influir en las decisiones sobre dónde dirigir el flujo de órdenes. El resultado: los gerentes de fondos tendrán que pagar por la investigación sobre inversiones que reciben.
Vanguard Group Inc., la mayor compañía de fondos de inversión del mundo, tendría que recurrir más a analistas internos conforme MiFID II entra en vigor, dijo Kenneth Volpert, el director de inversiones para Europa.
“Tenemos muchos analistas entre nosotros, así que dependeremos más de nuestros analistas”, dice. Vanguard decidirá en el próximo par de meses sobre qué investigación externa pagará, agregó Volpert.
En tanto bancos como Crédit Agricole SA han propuesto cobrar hasta 120,000 euros (US$ 143,500) al año por servicios de investigación que incluyan el acceso a analistas, Volpert dice que los gerentes necesitan evaluar en detalle tales propuestas.
“¿Qué clase de analistas? ¿Qué tipo de ideas han traído históricamente?”, pregunta. “A veces los analistas de los operadores aportan algún valor, pero hay que analizarlo con más cuidado”.
Los gestores de activos están lidiando con el impacto transfronterizo de las reglas porque estas se aplican a los fondos con sede en la Unión Europea, independientemente de dónde se encuentren los clientes.
Los vehículos de inversión se registran a menudo en una jurisdicción, pero son manejados por equipos de todo el mundo. Para muchas empresas, podría así ser más fácil aplicar las reglas a nivel mundial.
BNP Paribas Asset Management Inc. tiene previsto aplicar los principios de la MiFID II a todas sus actividades, incluidas las de fuera de Europa, que representan 21% de sus activos.
“Como gestor global de activos, sería extremadamente complejo distinguir entre las carteras cubiertas por MiFID II y las que no lo están”, dice Philippe Boulenguiez, que supervisa la investigación y la ejecución de operaciones de la división.