En los últimos cinco años los activos de las cajas municipales crecieron 2.2 veces, mientras que en ese mismo lapso los de las cajas rurales sólo lo hicieron en 1.3 veces y los de las edpymes en 1.6 veces, según Juan Enrique Sánchez, gerente del Centro de Finanzas Corporativas de Maximixe.
La elevada capacidad de microintermediación que tuvieron las cajas municipales favoreció su rápido crecimiento, sobre todo porque aprovecharon en gran magnitud el crecimiento económico que tuvieron algunas de las regiones ubicadas en el ámbito de influencia (incluso mayor al de Lima).
Las cajas municipales habrían apostado por un mayor crecimiento vía incremento del crédito promedio en contraste con la política de las financieras especializadas, las que habrían buscado mantener un crédito promedio bajo.
La estrategia competitiva que impulsó una mayor participación de mercado para las cajas municipales tuvo las siguientes características: (i) segmentación de mercados, (ii) creación de nuevos productos, (iii) fidelización de los clientes y (iv) penetración en zonas con alto potencial de crecimiento y baja oferta de crédito, pero siempre con una alta concentración en los créditos a microempresas destinados para capital de trabajo.
La estrategia de ventas de las microfinancieras se sigue sosteniendo en la visita a clientes y prospectos de clientes in situ (en sus negocios), lo que eleva los costos operativos, pero mantiene la línea estratégica de presencia en la zona y fidelización de clientes.
Asimismo, muchas microfinancieras han impulsado también una agresiva política de captaciones, especialmente en los sectores B y C, como estrategia de optimización de costos y de ventas cruzadas, así como han establecido agencias u oficinas especiales en zonas cercanas a conglomerados comerciales, que les permitan un ahorro en el tiempo de desplazamiento y transporte.
Cuando la SBS les autorice operar con tarjetas de crédito, factoring y confirming, en otras operaciones, estarán en mejores condiciones de negociar con sus clientes bajo un enfoque de rentabilidad global que opere a precios más competitivos pero optimizando la rentabilidad global por cliente.
Sin embargo, al cierre del 2014 los resultados de la industria microfinanciera no habrían sido auspiciosos, considerando que la evidencia empírica demuestra que las microfinancieras con activos menores a US$ 450 millones suelen presentar una mayor vulnerabilidad a reducir su rentabilidad ante deterioros de la cartera de alto riesgo, siendo que la misma puede llegar a reducirse en alrededor de 3% cuando la cartera de alto riesgo crece entorno al 1%.
Es así que a septiembre del 2014 tan sólo 6 microfinancieras habrían logrado generar un nivel de rentabilidad por encima del costo de oportunidad exigido por sus accionistas, convirtiendo a las demás microfinancieras en oportunidades para que mediante fusiones y adquisiciones los líderes del mercado u otros actores externos las ayuden a alcanzar niveles de márgenes operacionales netos y márgenes netos mayores a 20% y 6%, respectivamente; que les permitan generar el valor que buscan de ellas sus accionistas.