(Bloomberg) Las crisis económica y política del Brasil están resultando una ventaja para uno de los sectores más amenazados del país: los productores de etanol.
Los automovilistas, que solían alternar entre el etanol y la gasolina dependiendo de la brecha de precio, ahora van directo al etanol, que es más barato aunque menos eficiente, ya que buscan reducir los gastos de corto plazo en medio de una batalla contra una inflación que llega al 10.7%, el creciente desempleo y una economía que se contrae al más rápido ritmo en un siglo. Eso ha contribuido a que los precios del etanol se mantuvieran en un máximo sin precedente por más de tres meses.
“La idea de que los consumidores migrarían de vuelta a la gasolina no se ha concretado”, dijo Martinho Ono, máximo responsable ejecutivo del operador SCA Etanol do Brasil. “Es la misma forma de pensar de una persona que va al supermercado y elige la marca más barata”.
Menos energía
Tradicionalmente, los conductores eligen el etanol como combustible para sus autos cuando está por debajo del 70% del precio de la gasolina, ya que el biocombustible extraído de la caña de azúcar rinde cerca de 30% menos energía por litro. Ahora, la diferencia en la estación de servicio –cuesta cerca de 1 real (US$ 0.25) menos por litro cargar el tanque con etanol a los precios actuales – está prevaleciendo. El etanol se vendió a entre 72 y 75% el precio de la gasolina de noviembre a enero, frente a un 66% un año antes, muestran datos de la Agencia Nacional de Petróleo.
“El etanol sigue gozando de la preferencia de los consumidores”, dijeron Mirian Bacchi e Ivelise Bragato, analistas de Cepea, un centro de investigación agrícola de la Universidad de São Paulo, en un informe del 22 de febrero. Aunque la caída de los ingresos es una explicación, también es posible que una parte de los automovilistas “considere que el biocombustible es de todos modos competitivo por encima de la marca de 70%”.
Las ventas de etanol hidratado realizadas por los distribuidores de combustible en los tres últimos meses subieron 10% respecto de un año antes, en tanto las ventas de gasolina se redujeron 9.3%. En los últimos 12 meses, las ventas de etanol subieron 36% a un récord de 17,800 millones de litros, ya que el biocombustible se convirtió en una opción más atractiva después del aumento de los impuestos a la gasolina hace un año. El etanol cayó a hasta 60% del precio de la gasolina durante su pico de producción en agosto, situación que llevó a los consumidores a agotar las reservas del país.
La demanda récord viene contribuyendo a que los productores de azúcar y etanol se recuperen de años de resultados pobres. Con un aumento de 85% en las ventas de etanol, Biosev SA, la división azucarera de Louis Dreyfus Commodities Holdings y el segundo mayor productor del Brasil, registró una ganancia neta en el cuarto trimestre de 2015 tras sufrir pérdidas durante ocho trimestres consecutivos. Las ventas de biocombustibles de su competidor São Martinho SA subieron a más del doble ese trimestre, impulsando el ingreso neto a un monto sin precedente para el período.