El lujo en el Perú, entre lo subjetivo y lo real en un mercado que se expande

Definir lujo en el país no es fácil, más si el consumidor peruano es complejo y ha disparado su consumo. Pero no todo es lujo, y si bien hay marcas que sí lo son, la estrategia de entrada va por ingresar con un operador para luego poder dar el gran salto.

Encuesta. El 52% en Lima dice que para darse un lujo asistiría al Jockey Plaza, le siguen Plaza San Miguel y Mall Aventura Plaza.
Encuesta. El 52% en Lima dice que para darse un lujo asistiría al Jockey Plaza, le siguen Plaza San Miguel y Mall Aventura Plaza.

Algunas de las definiciones de la palabra lujo son riqueza o suntuosidad. Pero además, encierra el significado de aspirar y luego obtener algo muy deseado y que pocos puedan tener.

Para Silvia Díaz, director general de Invera, son tres los elementos que hacen que un producto sea considerado de lujo. Primero, que sea exclusivo, no de fácil acceso; segundo, un precio alto, y tercero, que debe traer un nombre que represente aspiración. Bajo esa premisa ¿existe verdaderamente el lujo en el mercado peruano?

En los últimos años, esa palabra se ha utilizado mucho, incluso al relacionarla con marcas, que si bien años atrás no se pensaban llegarían al Perú, no alcanzan esa categoría, y es por ello que el lujo es también subjetivo.

“El lujo también es relativo, para algunas personas del segmento C la marca Zara es lujo, porque es española, cuenta con una tienda grande y de diseño moderno y no es barato para ese nivel”, precisó Díaz.

Su ejemplo es claro, ya que al igual que Zara, marcas como Guess, Tommy Hilfiger o Kenneth Cole, por mencionar algunas, se les ha pretendido dar un concepto de lujo apuntando claro a un público más aspiracional, y que hoy por la facilidad al crédito se han vuelto de un uso más cotidiano.

“Cuando los ingresos mejoran y se satisfacen las necesidades básicas se busca diferenciarse y eso es lo que ha estado pasando. Primero accedo a lo que ofrecen los retailers pero luego quiero diferenciarme más y busco un reloj y más adelante un auto”, dice César Antúnez de Mayolo, profesor de la maestría de Marketing de la Universidad del Pacífico, quien agrega que esto se da más en el segmento A1, B1 y B2.

Desde ahí, dice el experto, la gente empieza a tener contacto con el lujo ya que marcas como Gucci, Dolce & Gabbana y Dior hacen el lujo más accesible con ciertas líneas.

“Uno puede encontrar en el mercado un perfume hasta con la marca Ferrari, para el consumidor la lectura es que ya está accediendo a ello”, sostuvo.

El momento del acceso
El segmento A de la población es el que debería acceder a este tipo de productos, y es justo el que tiene la posibilidad de viajar más y tenerlas de primera mano, pero el medio alto no tiene ese nivel de viajes y consume en el Perú, lo que confluye con la aspiración”, señala Yarina Landa, gerente general del Jockey Plaza.

“Si hablamos del mercado local en el Perú, sí hay marcas de “lujo, lujo”, una de ellas es Salvatore Ferragamo, instalada en el país desde el año 2011 y que sí ofrece lo mismo que puede tener una tienda de otro país de la región”, dijo.

Vale recordar que en su momento, varias marcas como Gucci tentaron suerte en el Perú, pero no era el momento.

“Su estrategia ha sido el ingreso de entrar en espacios multimarcas o a través de operadores, no con tienda propia y van coqueteando con el mercado poco a poco hasta que se pueda dar el salto a la tienda grande”, dice.

Lo cierto es que si bien marcas como Carolina Herrera o Armani están ya presentes en el país no lo hacen aún en su concepto más alto. En el caso de esta última está presente en el país con Emporio Armani y Armani Exchange, líneas que apuntan a un público más joven y están entre las más accesibles de la casa italiana.

Lo mismo sucede con Carolina Herena, con presencia en el Perú pero aún no con su colección más alta. Pero lo importante es que están.

“Tal vez no sea lo que tiene la Quinta Avenida o lo que está en Europa o Asia, pero están en su concepto de primera entrada y los mercados maduran”, agrega Landa, aunque refiere no se puede predecir cuál será el grado de madurez.

*Vehículos, punto aparte *
Pero un verdadero referente del lujo son los vehículos, y es que hablamos de compras que superan los tres dígitos en moneda extranjera. Y si bien en moda, poco hay que envidiarle a Brasil o Argentina -antes de la salida de marcas top- en vehículos el mercado aún está en pañales .

“El mercado de vehículos de lujo mueve unos US$ 200 millones al año, solo en ventas, pero si hablamos de penetración, de todo el mercado, el segmento de lujo aún representa un 2%, cifra baja en relación a otros países de la región y del mundo”, sostuvo Patrick Huggard-Caine, gerente de Marketing de Toyota en el Perú.

Así, hay marcas que ya anunciaron su llegada como Jaguar, lo que es positivo para incrementar el segmento y así engrosar este exclusivo mercado.

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