Tokio (Reuters).- El Gobierno de Japón mostró poca preocupación por un repunte del yen, pero la respuesta calmada oculta la falta de opciones políticas sólidas si la moneda hasta hace poco depreciada sube adicionalmente.
El yen anotó el jueves su mayor repunte diario contra el dólar en tres años, lo que subraya la fragilidad de los beneficios iniciales de las políticas reflacionarias del primer ministro Shinzo Abe.
Los mercados bursátiles y de divisas en los últimos días han reintegrado una porción significativa de la sensación de bienestar ofrecida por los “Abenomics”, una receta política de expansión fiscal y monetaria orientada a terminar con años de deflación y reactivar a la tercera economía más grande del mundo.
Pero como los movimientos del mercado reflejan una caída global en la moneda estadounidense en lugar de factores japoneses que impulsen al yen, los funcionarios de Tokio no tienen más remedio que observar el mercado y esperar la calma. De hecho, el yen no ha rebotado a niveles que causarían dolor real a las empresas japonesas.
Pero luego de las medidas anunciadas en los últimos meses, Abe tiene pocas medidas obvias para tomar en caso de que los mercados se muevan con mayor fuerza en su contra en los próximos días.
“Estamos observando estos movimientos, pero esto no gira en torno a la intervención y no creo que debamos responder de inmediato”, dijo el ministro de Finanzas Taro Aso en una conferencia de prensa habitual luego de que el dólar cayera a un mínimo de siete semanas de 95.90 yenes en la sesión anterior. “Los movimientos en el mercado son irregulares”, agregó.
La moneda estadounidense, que tocó un máximo de cuatro años y medio de 103.74 unidades el mes pasado, se debilitaba en momentos en que los inversores deshacían posiciones largas en dólares antes de un reporte laboral en Estados Unidos, seguido de cerca para medir la salud de la mayor economía del mundo.
El salto del yen llevó a las acciones en Tokio a territorio bajista, con el índice Nikkei pasando más de un 20% por debajo de su máximo en mayo, antes de rebotar desde sus mínimos para cerrar la sesión con una baja de un 0.2%, a 12,877.53 unidades.
“Lo que es importante es el hecho de que la economía japonesa se está recuperando de manera constante”, dijo el ministro de Economía, Akira Amari, y señaló que los movimientos del mercado están siendo impulsados por factores externos.