Se sabe que el oro es un refugio por excelencia. En tiempos de crisis o incertidumbre, su precio sube, pues los inversionistas lo adquieren para reducir sus riesgos. Eso pasó ante el temor de una inflación en Estados Unidos, provocada por la Reserva Federal y su programa de emisiones para reactivar la economía. Pero nada sucedió.
Ante ello, y ante la posibilidad de que la Reserva Federal detenga o reduzca sus estímulos monetarios, el precio del metal precioso tendría un solo destino: la caída. El chileno Sergio Tricio, jefe del Departamento de Estudios de ForexPerú, anticipa una baja de hasta 20% en los próximos tres meses, pues confía en que ese será el escenario.
“Estamos esperando el cambio de la Fed (Reserva Federal), el fortalecimiento del dólar y el consecuente debilitamiento del oro –explicó el experto–. Ese cambio en su panorama lo va a llevar a la zona de los 1,500 dólares por onza y, con esa ruptura del nivel crítico, que es muy psicológica, habría una caída de hasta 20% en el corto plazo”.
¿La tendencia se mantendría a la baja? “El oró brillo mucho en los últimos años y dio un salto de US$ 700 a los US$ 1,700. Esta sería una corrección dentro de la tendencia alcista y el precio debiera recuperarse, pero se quedará bastante lejos de su máximo histórico de US$ 1,900. La era dorada de los commodities debería empezar a flaquear”.
Ni los bancos centrales ni los inversionistas –prevé Tricio– seguirá comprando oro. Los segundos más bien empezarán a liquidar sus ETF (Exchange-traded fund, fondos que replican la rentabilidad de un activo) ligados a él. Ante la reducción de los temores en el mundo, las acciones ganarían terreno y “todo volverá a la normalidad”.