Londres (EFE).- Estados Unidos se afianzará como el principal productor de petróleo y gas del mundo en las dos décadas hasta el 2040, incluso en un contexto de bajos precios, pronosticó hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La AIE presenta en Londres su informe anual Previsiones para la energía mundial 2017, en el que predice además que la demanda global de energía se expandirá en el periodo un 30%, un ritmo inferior que hasta ahora pero equivalente a añadir “otra India y otra China” a la actual demanda.
Sobre Estados unidos, la AIE prevé que el país, que ya es un exportador neto de gas, se convierta en un exportador neto de petróleo “a finales de la próxima década”.
Esto se debe, explica el organismo, a la “destacada habilidad” de EE.UU. de producir nuevos recursos energéticos, como el petróleo y gas de lutita, con eficiencia de costes.
La agencia calcula que el aumento de la producción estadounidense de petróleo de esquisto en 8 millones de barriles (mdb) entre 2010 y 2025 supondría “el periodo más largo de crecimiento sostenido de la producción de petróleo de un solo país en la historia de los mercados de petróleo”.
“A mediados de la década del 2020, Estados Unidos se convierte en el mayor exportador del mundo de gas natural licuado y, pocos años más tarde, en un exportador neto de petróleo”, señala la AIE en su informe.
En cuanto al aumento de la demanda global de energía, el organismo explica que los motivos del incremento serán la expansión de la economía mundial en una proporción del 3.4% anual, el aumento de la población de 7,400 a 9,000 millones de personas para el 2040 y el proceso de urbanización, que aporta al mundo “una ciudad del tamaño de Shangai (China) cada cuatro meses”.
La mayor contribución al aumento de la demanda global de energía en las próximas dos décadas procederá de la India, cuyas necesidades energéticas crecen un 11%, hasta suponer el 30% del total, explica la organización.
La AIE predice además un destacado avance en los próximos años de las fuentes de energía renovables y un incremento del uso de la electricidad frente al petróleo o la gasolina.