Hay expertos en bolsa que no creen en el ‘efecto enero’, que marca una subida cada inicio de año. Tú sí crees en él. ¿Por qué?
La bolsa tiene un efecto psicológico importante y los grandes mercados globales lo consideran. El mundo se rige por años. Las empresas buscan generar valor en el largo plazo y no deberían preocuparse por los resultados de cada año, pero lo hacen. La misma visión tienen los inversionistas, que se trazan metas por periodo. No podemos cerrar los ojos y decir que no existe. No es lo mismo diciembre que enero.
Ha habido un ‘rally navideño’. La BVL fue la menos rentable del mundo en el 2013 y la más rentable del mundo en diciembre. ¿El ‘efecto enero’ llegó antes?
Claro. A finales de diciembre todos los portafolio managers de los inversionistas institucionales (AFP, compañías de seguros, fondos mutuos, family offices, etc.) del Perú y del mundo empiezan a mirar el siguiente año. Saben que lo que perdieron ese año ya no lo van a recuperar en 15 días y reevalúan sus portafolios. Y de pronto ya no apuntan a los países desarrollados, sino a los países emergentes, como el Perú. La estadística señala que el 70% de las veces enero es un buen año aquí y en el mundo.
Pero en el caso de Perú, desde el año 2000, 11 de 14 eneros han sido buenos. No es una coincidencia menor…
Para nada menor. Porque a esos años habría que quitarle los años de la crisis, 2008 y 2009, que fueron negativos. Sin esa coyuntura el porcentaje sería mucho mayor.
El 2012 fue malo para la bolsa y el 2013, terrible. Y ambos tuvieron eneros auspiciosos. ¿Hay que temer este año que pase lo mismo o no?
El efecto enero habla de enero. No te dice nada de lo que viene después. Ahí hay que mirar a detalle los fundamentos. En el caso de Perú, tenemos a favor que, si bien en los tres primeros trimestres del 2013 tuvimos una caída del crecimiento del PBI, se estima que en el último trimestre hubo una recuperación. Y se espera que en el 2014 crezcamos más de 5%, lo que sería bueno, pues seríamos una de las economías de Latinoamérica que más crece. Eso va a hacer que las inversiones vengan al Perú.
¿Cómo incidirá el crecimiento económico en la BVL este año? Han venido comportándose de manera dispar. El Perú crecía y la bolsa se caía.
Habrán grandes inversiones del Gobierno en infraestructura –más de US$ 13 mil millones–, estamos retrasados con respecto a Chile en ese terreno y tenemos una buena cantidad de acciones relacionadas. Creo que las acciones de demanda interna van a seguir rindiendo y son papeles en los que hay que estar. Si estas inversiones se dan, se mantiene la estabilidad económica, en demanda interna estaremos bien.
El sector defensivo de energía fue el más rentable el año pasado. ¿Consideras que todavía hay valor ahí? ¿Podemos esperar que vuelva a serlo?
No sé si el más rentable. Ya los precios se están acercando a los valores fundamentales, pero creo que todavía hay espacio. La necesidad de infraestructura es alta en el Perú. Eso genera demanda por electricidad y atrae la inversión, crea más trabajo y le da capacidad adquisitiva de la gente. La clase media se robustece y accede al crédito, lo que incrementa el consumo. Soy optimista en el sector eléctrico.
¿En qué sectores específicamente encuentras mayor potencial de apreciación?
El peso mayor lo pondría en infraestructura. Creo que es lo que va a liderar en el contexto de crecimiento del país, lo que se vería reflejado en la cotización de las empresas. Luego energía y consumo. Y empezaría a mirar a las grandes mineras de metales básicos y preciosos. La estabilización de los metales generaría un rebote y hay una gran oportunidad de adquirir acciones de primer nivel a precios gangas.
*No se pierda la segunda parte de esta entrevista: Minería en la BVL: “El 2014 es un año para acumular acciones del sector”.