Madrid(Reuters).- La creciente desviación fiscal y las presiones de empresas y agencias calificadoras dejan a España con poca o ninguna posibilidad de evitar la solicitud de ayuda europea pronto, pese al mensaje oficial de que no hay prisa para tomar una decisión, según indican analistas y otras fuentes.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , ha dicho que su Gobierno está estudiando las condiciones que conlleva el plan del BCE para bajar los costos de financiación de Madrid si España solicitara apoyo al fondo de rescate de la eurozona. En una entrevista televisiva el lunes, dijo que aún no se había decidido al respecto.
Sin embargo, si se suman la desviación presupuestaria, el aumento del costo de las prestaciones sociales debido a la recesión y el exceso de gasto de las Comunidades Autónomas, el Gobierno necesita captar para lo que queda del año entre 30,000 millones y 45,000 millones de euros en títulos a mediano y largo plazo en lugar de los 20,000 millones previstos inicialmente.
El Ejecutivo español, que ha sustituido a Grecia , Irlanda y Portugal en el punto de mira de una crisis de deuda de la eurozona que dura ya tres años, considera que puede permitirse actuar sin urgencias.
El Tesoro ha emitido este año 66,000 millones de euros, un 76.8% del plan inicial de financiación a mediano y largo plazo (86,0000 millones de euros) previsto para el 2012.
Además, el Gobierno ha obtenido de Europa un rescate de hasta 100,000 millones de euros para sus bancos en apuros, y tiene previsto utilizar préstamos bancarios y una emisión de la empresa estatal Lotería y Apuestas del Estado para financiar un plan de 18,000 millones de euros con el que busca ayudar a las regiones con problemas de liquidez.
El riesgo de que los problemas de regiones y bancos se extiendan al Estado se encuentra en el núcleo de las preocupaciones de los inversores por España .
Aunque la rentabilidad del bono español a 10 años alcanzó sus máximos históricos de la era euro en julio, el costo medio de la deuda -un 4.7%- es menor que años anteriores, en el 4.7% para los vencimientos a largo plazo frente al 6.4% estimado en los presupuestos de 2012.
Sin embargo, esto sólo supone una pequeña parte de la ecuación y la presión del mercado podría resultar rápidamente insostenible, obligando a Madrid a acelerar la petición de ayuda.
El Tesoro tiene poca flexibilidad en los próximos meses, ya que debe refinanciar 27,500 millones de euros de deuda que vencen en octubre.
Se espera que la agencia de calificación Moody’s, cuya calificación crediticia para España está sólo un escalón por encima del bono basura, publique su próxima revisión a finales de septiembre.
Moody’s y Standard & Poor’s dijeron el mes pasado que la petición de rescate sería favorable para la nota del país, una clara señal de que recortarían la calificación de no realizarse la solicitud.
Rebaja de calificación
Directivos de grandes firmas, conscientes de que una rebaja a categoría de bono basura traería aún más recortes de calificación para unas empresas que ya se encuentran con dificultades para reducir sus abultadas deudas, están presionando al Gobierno para que se decida a pedir el rescate.
“(Una rebaja de calificación) sería devastadora para las empresas y quizá ésa sea la preocupación ahora mismo para el Gobierno”, dijo un alto funcionario español, que pidió no ser identificado.
Arturo Fernández, vicepresidente de la agrupación empresaria CEOE, dijo la semana pasada que el tiempo se estaba acabando, aunque algunos ejecutivos de grandes multinacionales españolas temen el estigma de una petición de ayuda.
El Tesoro ha visto cómo se reducía su colchón de liquidez hasta los 23,000 millones de euros en julio desde los 40,000 millones de mayo, según datos del Banco de España.
Analistas de Banesto creen que este dato se redujo en agosto hasta alcanzar la preocupante cifra de 12,000 millones de euros, en consonancia con las estimaciones de otro analista, Nick Kotsonis, que lo sitúa en 13,000 millones.
“Creo que se puede dar por sentado que España pedirá la ayuda. No captaron suficiente capital en los mercados en agosto y de hecho diría que ni siquiera están intentando evitar la ayuda en estos momentos”, dijo Kotsonis, analista de renta fija de Ohio Public Employees Retirement System.
Banesto dijo que la petición de España sólo era “cuestión de tiempo”.
Desfase presupuestario
Quizá incluso más preocupante es el desfase presupuestario en el que probablemente incurrirá España , pese a los 14,000 millones de euros de nuevos recortes del gasto y subidas de impuestos para 2012 anunciados en julio.
La subida de los precios al consumo por encima de lo esperado costará otros 4,000 millones de euros cuando se ajusten las pensiones a la inflación, un cálculo que se realiza una vez al año.
El gasto destinado a las prestaciones por desempleo se ha incrementado un cinco por ciento este año, cuando el Gobierno preveía que, en lugar de incrementarse, cayera en un cinco por ciento, lo que crea otro agujero presupuestario de 3,000 millones de euros.
La amnistía fiscal, que tenía como objetivo recaudar 2,500 millones de euros hasta noviembre, sólo había atraído 50 millones a finales de julio, según las cifras oficiales.
El desfase podría ampliarse, ya que es probable que se materialicen más desvíos – 1,000 millones de euros por cada punto porcentual extra en el déficit – después de que España anunciara un déficit del Estado del 4.6% del PIB en entre enero y julio, ya por encima del 4.5% marcado como objetivo para todo el año.
El Ejecutivo dice que el déficit de la Administración Central caerá en los próximos meses, volviendo a situarse en línea para cumplir el objetivo, ya que la cifra toma en cuenta los anticipos en las transferencias a las endeudadas comunidades autónomas, que son también una de las principales fuentes de preocupación para los mercados financieros.
José Ignacio Conde-Ruiz, economista y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), considera que el déficit del 1.5% del PIB para el conjunto de las regiones es demasiado ambicioso y que alcanzará un 2.2% en su escenario más optimista.
Una portavoz del Ministerio de Economía dijo que el Tesoro se atendría a su programa de financiación, lo que permitirá a España alcanzar sus obligaciones financieras hasta final de año.
“En julio se han tomado nuevas medidas y creemos que no hay necesidad de alterar nuestro programa para alcanzar nuestras obligaciones”, dijo la portavoz.