Oslo (Reuters).- Un creciente número de refinerías de petróleo enfrentan la posibilidad de cierre en Europa, a medida que las naciones en desarrollo instalan su propia capacidad y cada vez menos volúmenes de combustible requieren refinación, dijo la economista jefa de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Una gran cantidad de refinerías europeas ya están ociosas u operando por debajo de su capacidad, debido a que consumidores como India y China prefieren cada vez más importar crudo en lugar de productos refinados y a que los productores de Oriente Medio prefieren exportar productos refinados antes que crudo, dijo Fatih Birol en una conferencia en Oslo.
“Hay una porción creciente de líquidos del gas natural entrando (al mercado) como subproductos de la producción de gas, y no necesitan pasar por refinerías”, agregó Birol de la AIE.
“Ya tenemos capacidad libre y ociosa en el mercado de las refinerías, y además de eso estamos viendo la instalación de nueva capacidad de refinación, especialmente en los países emergentes”, agregó la experta.
“Vamos a ver, creemos, una cantidad sustancial de refinerías en riesgo de cierre (…) en los próximos 20 años, y una porción significativa de ellos estará en Europa”, añadió.
Una gran cantidad de diesel de Estados Unidos y Asia y una exigua demanda externa de gasolina han estado perjudicando a las refinerías europeas, lo que eleva el temor de más cierres.
La producción de las refinerías europeas cayó un 6 por ciento interanual en octubre, dado que las plantas recortaron su actividad debido a peores márgenes además de cuestiones relacionadas con mantenimientos estacionales.
Birol agregó que los principales productores de Oriente Medio también se están convirtiendo en grandes consumidores por el crecimiento de sus industrias, lo que genera incentivos para que creen capacidad de refinación a nivel local y así dejar de importar nuevamente el petróleo pero en forma refinada.
La capacidad europea de refinación mermó en cerca de 2 millones de barriles por día (bpd) desde el 2009, y las plantas antiguas que dependen más fuertemente de las exportaciones de gasolina son las más vulnerables, dijeron expertos.