(Bloomberg) Pese a que los aviones vuelan llenos y las empresas obtienen miles de millones de dólares de ahorro en combustible, las acciones están bajo presión en tanto baja un índice de referencia de ingresos. Ese parámetro indica que las aerolíneas están perdiendo la capacidad de fijar precios, lo que trajo a la memoria recuerdos de las recurrentes guerras de tarifas que en otra época reducían las utilidades.
“Esta es una industria que a Wall Street le encanta odiar”, dijo Eric Marshall, presidente de Hodges Capital Management Inc., cuyas carteras incluyen American Airlines Group y United Continental Holdings “Es un área que no ganó sus costos de capital durante veinte a treinta años y tiene un historial de sumar demasiada capacidad en los peores momentos del ciclo”.
Las adquisiciones, las fusiones y las quiebras permitieron la recuperación de las líneas aéreas estadounidenses después de que sufrieran pérdidas de US$58.000 millones en los nueve años que terminaron en 2009. El Índice Bloomberg U.S. Airlines trepó alrededor de un 80% tanto en 2013 como en 2014, las alzas anuales más grandes de la historia. Sin embargo, este año el índice compuesto por once aerolíneas bajó 17% hasta el jueves.
La caída contrasta con la opinión de los analistas sobre las finanzas de las líneas aéreas. Después del récord de 2014, las ganancias de American este año, excluyendo algunas partidas, van camino a aumentar más de un 50%, de acuerdo con los cálculos que reunió Bloomberg. El total de Delta Air Line Inc. podría dar un salto de casi un tercio.
Alejarse
“La pregunta de los inversores es: ‘¿Cuánto mejor podría estar esto?’”, dijo George Ferguson, analista sénior de Bloomberg Intelligence. “La gente dice: ‘Puede que sea hora de alejarse y ver qué pasa en lugar de dejar este dinero sobre la mesa’”.
Las líneas económicas como Southwest Airlines Co. y Spirit Airlines Inc. están aumentando la capacidad más rápido que el crecimiento del producto interno bruto de los EE.UU., de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg, lo que pone a prueba la decisión de rivales más grandes para mantenerse firmes en materia de tarifas. Cuando el máximo responsable ejecutivo de American, Doug Parker, el mes pasado le dijo a Bloomberg que pelearía por los precios, el índice de aerolíneas cayó más que nunca desde 2011.
La competencia por el mercado estadounidense es lo último que quieren ver los inversores, señaló Ferguson el jueves. El país ha sido un oasis en una industria mundial convulsionada por los riesgos monetarios y la debilidad económica, añadió.
“Esta industria va a tener un comportamiento más racional”, dijo Marshall de Hodges Capital en una entrevista. “Pero no creo que Wall Street le reconozca el mérito hasta que no muestre disciplina durante todo un ciclo”.