Al año se venden alrededor de US$ 700 millones en materiales de construcción falsificados, lo cual representa el 16% del mercado, estimó Guido Valdivia, director de Capeco.
“La informalidad se puede dar en la venta de ladrillos, fierros, material eléctrico, entre otros productos”, indicó Valdivia.
Por ejemplo, recordó que los trabajadores fallecidos en el incendio de Las Malvinas se dedicaban a falsificar una marca de fluorescentes.
Los materiales de construcción falsificados o en malas condiciones pueden ser producidos en el Perú -como el caso de los ladrillos- o también ser importados, como el fierro y fluorescentes, refirió Capeco.
Valdivia señaló que si bien el uso de la mayoría de productos falsificados se da en la autoconstrucción, no descartó que también se puedan utilizar en las construcciones formales.
“De ahí la importancia de las inspecciones a las construcciones que deben realizar las autoridades competentes”, anotó Valdivia.
Bomba de tiempo
El ejecutivo subrayó que construir con materiales falsificados o adulterados genera un gran riesgo en la seguridad de estas edificaciones.
“Las construcciones se vuelven más frágiles, lo cual puede causar un gran daño a la población”, apuntó.