Los londinenses, exasperados por el precio exorbitante de la vivienda, que les obliga a buscar cada día casas más pequeñas o alejarse de la capital, han empezado a movilizarse con manifestaciones y huelgas para pedir soluciones.
Con una población de 8.6 millones de habitantes, Londres acoge cada año cerca de 100,000 nuevos residentes a pesar de que sólo se construyen una cuarta parte de las viviendas necesarias para acogerlos.
“La situación se está convirtiendo en insostenible”, lamenta John Ford, de 60 años, un profesor jubilado que junto a otras 2,000 personas se manifestó contra un proyecto de ley que modificaría la repartición de viviendas sociales y los derechos de sus inquilinos.
“Mi sobrino es un joven cirujano y no se puede comprar una casa en Londres. Esto demuestra hasta qué punto la crisis afecta a las clases medias”, explica.
En diciembre, el precio medio de una casa en la capital británica era de 514.097 libras (678,500 euros), un 12% que un año antes. En el mismo periodo una casa en el resto Inglaterra y Gales costaba 188.270 libras (240.000 euros) de media, con un aumento anual del 6.4%.
La consecuencia es que muchos jóvenes han tenido que abandonar su proyecto de convertirse en propietarios en Londres y sólo pueden alquilar, a pesar de que los precios del alquiler también suben constantemente.
Hasta el punto que un grupo de 150 estudiantes de la University College de Londres hicieron una huelga y dejaron de pagar los 262 libras por semana (unos 335 euros) que cuestan sus habitaciones.
En una manifestación frente a la residencia del primer ministro conservador David Cameron, los estudiantes sacaron una escalera que sólo tenía los últimos peldaños, símbolo de la escala social en la que sólo los más ricos pueden pagarse una casa.
“No veo como podría pagarme una vivienda, en todo caso en Londres no es posible”, dice Liam Shaw, de 24 años, uno de los estudiantes que impulsaron la protesta.
Especulación
“La gente con ingresos más modestos tiene que irse a las afueras”, explica a la AFP una responsable del partido ecologista británico, Natalie Bennett, que reclama la construcción de viviendas “asequibles de verdad”.
“El auténtico problema son las viviendas pensadas sólo para esto”, la especulación, y que quedan vacías hasta que ganan valor, lamenta Bennett.
Frente a la crisis, algunos intentan encontrar soluciones originales, como Rupert Hunt, fundador de SpareRoom.com, que ofrece compartir su casa dejando que los inquilinos decidan ellos mismos el precio en función de sus ingresos.
“La demanda ha aumentado de manera considerable. Es frecuente ver a diez o doce personas en una habitación en algunas partes de Londres”, explica a la AFP.
La prensa británica denuncia regularmente los anuncios de alquiler de armarios reconvertidos en habitaciones o de pisos minúsculos donde la cama está en un rincón del salón.
Hace poco se vendió en el barrio popular de Clapton, en el este de la ciudad, un apartamento de 7m2 por 79.000 libras (100.000 euros), considerado el “más barato” de Londres.
La cuestión de la vivienda, junto a la del transporte, será un de los temas clave de las elecciones municipales en Londres del 5 de mayo.
A finales de enero, los candidatos para suceder al conservador Boris Johnson presentaron varios propuestas en un debate en la London School of Economics (LSE).
“Me comprometo a que los nuevas viviendas construidas en terrenos públicos controlados por el ayuntamiento se destinen a los londinenses”, dijo el candidato conservador Zac Goldsmith.
Su adversario laboristas, Sadiq Khan, pidió “más casas asequibles” y denunció el “escándalo de los promotores inmobiliarios que venden viviendas de Londres a inversores de Oriente Medio y Asia”.