¿Está próximo a casarse o está interesado en comprar una vivienda junto a su pareja? Francisco Osores, presidente de Capeco señala algunas recomendaciones a tomar en cuenta ya que la decisión que tomarán los puede comprometer a una deuda de largo plazo (hasta 30 años).
“En el ciclo de la pareja aumenta la familia y mejoran los ingresos. Por ello, la decisión de comprar una vivienda no solo debe ser por la coyuntura sino también debe haber una proyección de cómo se ven a futuro”, refiere.
En ese sentido, las recomendaciones a tomar en cuenta son:
1. Ubicación
El tránsito vehicular cada vez es más pesado en las ciudades y muchos pierden más de una hora desplazándose de un lugar a otro. Por ello, es importante que la vivienda esté cerca del entorno de la pareja y que ambos estén de acuerdo.
2. Uso de la vivienda
Al comprar una vivienda debe tener en cuenta el tamaño. “Muchas veces pensamos solo en el tiempo que vamos a vivir en pareja, pero hay que tener en cuenta que el número en la familia puede aumentar. Es importante que haya una proyección”, refiere Osores.
Pero, no por querer tener una casa grande – advierte- se debe caer en el sobreendeudamiento. “Es importante no tomar riesgos innecesarios y no pensar en ingresos futuros que aún no se tienen asegurados. (Si no se cuenta con mucho presupuesto) Primero se puede apuntar a una vivienda de acuerdo a las posibilidades de las pareja y en un segundo adquirir una según crece la familia”, agrega.
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3. Presupuesto
Si bien el pago mensual de su cuota dependerá de cuánto hayan dado de cuota inicial y el plazo del crédito, la recomendación es que el monto a pagar no exceda el tercio de los ingresos de la pareja.
“Hay que evitar pasar ciertos rangos de endeudamiento. Hay que dejar un porcentaje significativo para el ahorro u otros gastos que tenga la pareja”, resalta.
4. Tipo de moneda del crédito
“Finalmente, no tomen créditos – por más que parezcan una ganga- en una moneda distinta a la que ganan su sueldo. Van hacer una inversión de mediano a largo plazo y no tenemos la bola de cristal para poder saber cuál es el riesgo cambiario”, puntualiza.