Karen Rojas Andia
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Sandra Alvarado Santillana
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Más allá del enrejado amarillo, la construcción de 700 m concreto en la Costa Verde ha generado polémica. Las críticas son técnicas y hasta se recuerda que la obra carece de la autorización de la Marina de Guerra y del Ministerio de Transportes.
“Cualquier construcción en las costas del Circuito de Playas tendrá impactos medioambientales: oleaje, corrientes y mareas, erosión y calidad de suelo, por lo que una intervención requiere estudios océanográficos, entre otros permisos”,dijo Daniel Barrenechea, director creativo de Ecoarki Arquitectura.
Así, además del riesgo actual de que el oleaje pueda erosionar los pilares de la pasarela, una de las críticas se refiere a su poca extensión para el tránsito de peatones y ciclistas. “(A la nueva obra) se le ha denominado equivocadamente malecón, pues no lo es tal como ha sido diseñado y ejecutado y, como espacio público activo, ciclovía y área peatonal, es limitado. Siete cuadras de rampa elevada sobre pilotes solo proporciona entre 10 y 15 minutos de tránsito y unos minutos como ciclovía”, aseveró.
¿Nuevo distrito?
José Orrego, director de Metrópolis, lanza una propuesta audaz: independizar la Costa Verde como un distrito que por tanto reúna edificios públicos, teatros, grandes zonas verdes y residenciales. Para financiarlo, estima que podría venderse hasta el 5% de la superficie.“Lo que hoy se hace son paliativos, la intervención es pobre”, lamenta Orrego, quien está convencido de que la gran zona de expansión para una ciudad como Lima es la Costa Verde. “Hoy funciona a través de una autoridad autónoma que a su vez reúne alrededor de siete alcaldes y cada uno ve por su pedazo, no es parte de una visión integral”.
Similar postura tiene el arquitecto Javier Artadi, para quien casi todas las intervenciones públicas y privadas que se han venido haciendo, parecen haber empeorado una a una la zona.
“Toda suerte de barandas y estructuras metálicas pintadas de amarillo, las escaleras sobre diseñadas, entre otros, están fuera de proporción y tapan la vista al mar o a los acantilados”. A lo que añadió que no se observa, por tanto, relación con lo que está 20 metros antes o después.
Plan maestro
Según Artadi, no se puede juzgar la reciente intervención de modo aislado, pues se hace necesario “ ver el cuadro completo”. A ello Barrenechea consideró que para contrarrestar esta realidad, se debe definir un plan maestro orientado a devolverle la naturaleza de espacio público a la zona, donde se defina el uso de del circuito de playas y sus acantilados.
PROPUESTAS COMPLEMENTARIAS PARA LIMA
José Orrego – Metrópolis
Más de un centro empresarial
Visión. Cada vez que alguien habla de los problemas de Lima los simplifica en transporte o seguridad, pero lo cierto es que Lima es una ciudad multidimensional, señala el arquitecto. “Lima crece de manera espontánea, pero podría ser de forma planificada”. Afirma que la capital puede convertirse perfectamente en el gran hub de Sudamérica. Además propone crear unos tres o cuatro centros empresariales -actualmente solo hay uno-, por ejemplo, en Lima Norte y otro en el Callao.
Daniel Barrenechea – Ecoarki Arquitectura
La sed de más espacios públicos
Necesidad. “Lima se está convirtiendo en un conjunto de ghettos, donde la privatización residencial, la exclusividad comercial y el esparcimiento permiten versiones caricaturescas y distorsionadas de espacios públicos”, señala. Recuerda que la OMS sugiere 15 m2 de espacio público por habitante, pero Lima tiene apenas 1.5 m2. “Las zonas más necesitadas de espacios son aquellas que han crecido sin orientación urbanística como el perímetro de Lima Centro”.
Javier Artadi – Artadi Arquitectos
Un planificación integral para todo
Documento. Javier Artadi insiste en que se requiere un máster plan que, sobre todo, plantee la sección típica ideal para la bahía, que considere vías de velocidad media, vías para pasear, transporte público amigable, malecón para deportistas, malecón para pasear, ciclovías, playas para bañistas, previsión de buenas olas para surfear, paisajismo, etc. Agregó la necesidad de “ganarle terreno al mar de manera técnica con concurso entre expertos”.