Los colegios privados han elaborado estrategias marcadas para su expansión hacia terrenos del sur.
“Los colegios son muy diversos en este sentido. Se ve que Lima está creciendo hacia Lurín. Hay colegios que van comprando sus terrenos por esos sitios, o tienen su zona deportiva por ahi”, dijo a Gestión Jorge Camacho, presidente de Adecopa.
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Camacho señala que las decisiones de un colegio no son a corto plazo, sino a 10 u 11 años, lo que dura el ciclo escolar de un estudiante que entra a primer grado. No obstante, señaló que si la decisión de invertir en expandirse fue buena o mala, se nota “después de cinco o seis años”.
Al comienzo, se mudan las actividades extracurriculares, como los deportes, señala el presidente de Adecopa. “La primera estrategia es tener el terreno y algún uso le das. Algunos colegios tienen su zona deportiva, con la mira de que en un futuro pueda haber una sede por ahí”, señala.
A medida que la población de Lima siga yéndose hacia el sur, “es probable que comiencen a dar clases”, dijo. Algunos colegios que vienen realizando este traslado son el Lima Villa College; el euroamericano de Lurín; St. George que tenía una sede de primaria en Miraflores y la secundaria en Lurín. Además, el colegio Trener y Santa Margarita también tienen sedes deportivas en el sur.
Ciudad al sur
Para Camacho, lo primero que un colegio debe fijar es el nivel socioeconómico al que se dirige. “Fundamentalmente, es la densidad de la población, que tenga esa capacidad de pago de esos servicios que uno pretende brindar. Y también el espacio, porque ahora un terreno para un colegio no es fácil de encontrar”, señala.
Además, interviene otro factor como la marca del colegio. “Usualmente, el prestigio que tiene un colegio hace que los padres de familia lo busquen. O la marca del colegio, pero no todos están dispuestos a recorrer medio Lima para ir a esos colegios de prestigio”, dijo Jorge Camacho.
Otro detalle a considerar es el tiempo de traslado. “Hay que ir donde está el alumno. Ya el alumno no se mueve tanto y pierde tres o cuatro horas trasladándose a los colegios”, indicó. De todo lo anterio depende para que un colegio busque zonas con acceso más directo.