(Bloomberg).- Sue Roy, una contadora de 37 años oriunda del suburbio londinense de Upminster, volvió a vivir con sus padres para ahorrar para un anticipo tras ver que no tenía los medios para comprar una casa en la capital del Reino Unido.
“Es estúpidamente caro e increíble que incluso a profesionales como yo los precios nos estén expulsando del mercado”, dijo Roy, que alquilaba un departamento por 1,200 libras esterlinas (US$ 1,800) por mes. “Quería quedarme en King’s Cross porque queda a la vuelta de mi trabajo, pero no pude permitirme comprar”.
El precio promedio de las casas en Londres ascendía a 419,650 libras en octubre, un 12% más en comparación con el año anterior, según un análisis de datos del Registro Catastral hecho por Bloomberg. Esta semana, la disparada de los valores llevó al gobierno británico a anunciar medidas para ayudar a los que buscan comprar su primera casa en la capital, como ofrecer a los londinense préstamos sin interés por hasta el 40% del valor de una casa recientemente construida en el marco de un programa conocido como Help to Buy (ayuda para comprar).
“La demanda de casas es alta, pero la accesibilidad sigue siendo un problema para muchos”, dijo por correo electrónico Jeremy Leaf, ex presidente de la Royal Institution of Chartered Surveyors. “Cualquier medida que ayude a los que buscan comprar su primera casa es buena para todo el mercado inmobiliario y el esquema Help to Buy en Londres será útil”.
Las iniciativas para que las casas sean más accesibles para esos compradores se dieron después de que los ingresos promedio de quien compra una casa en Londres se disparasen y rompieran un récord durante el tercer trimestre, según datos compilados por la Oficina de Estadísticas Nacionales. Los compradores ganaron un récord de 104,000 libras por año, 6,000 más que en los tres meses anteriores, y por lo general toman prestado un promedio de 340,000 libras, muestran los datos.
“Es verdaderamente difícil de creer que a los 37 años haya vuelto a vivir con mis padres”, dijo Roy, que ahora tarda noventa minutos en llegar al trabajo. “El tiempo pasa y realmente quiero tener una propiedad”.
