(Bloomberg).- Para Tom Kelly, que tiene 68 años y vive en un barrio acomodado en la costa sur de Dublín, el mercado de propiedades más activo del mundo se está enfriando en el peor momento.
En octubre, Kelly y su mujer pusieron en venta su casa de seis dormitorios por 1.45 millones de euros (US$ 1.6 millones). Seis meses más tarde y con una rebaja de precio de 14%, la propiedad sigue sin vender.
“Si hubiéramos salido al mercado un año antes, ya la habríamos vendido”, dijo Kelly, que vive en el suburbio de Monkstown en Dublín. “De golpe, hacia fin de año, murió”.
Transcurridos cinco años desde que el colapso de su mercado inmobiliario obligó a Irlanda a seguir a Grecia y solicitar un rescate internacional, el banco central del país está apagando un nuevo frenesí en los precios de las casas poniendo un techo a las hipotecas.
Después de crecer en un nivel superior al resto del mundo el año pasado, los precios inmobiliarios irlandeses cayeron en enero y febrero, inclusive en la llamada Riviera de Dublín, un collar de barrios de alto nivel como Monkstown, Dalkey y Killiney, donde vive Bono, la estrella de U2.
“El ritmo de la inflación en los precios claramente cayó de un precipicio”, dijo Ivan Gaine, responsable de viviendas nuevas y mercados de capital en Sherry Fitzgerald, uno de los agentes de bienes raíces más grandes del país. “El año pasado fue muy duro, muy rápido”.
Mercado pudiente.
El mercado de propiedades residenciales de Irlanda creció un 16% anual en diciembre, el nivel más alto en una clasificación recopilada por Global Property Guide.
El año pasado, los precios se recuperaron un máximo desde el 2005, dos años antes de que comenzara la caída financiera en el mercado en el 2007.
El pico máximo en los valores durante 2014 dejó las casas fuera del alcance de muchos eventuales compradores. La desocupación se ha mantenido por sobre 10% desde el 2009 y la remuneración por hora apenas ha subido desde el 2008 pese a que la economía muestra signos de recuperación.
Las restricciones a las hipotecas introducidas en enero, junto con la abolición a fin del año pasado, de una exención impositiva gubernamental para que los inversores compraran casas, también frenaron la demanda.
Los precios de las casas cayeron un 2% en enero y febrero, dijo la oficina de estadísticas. En Dublín, donde hay en venta aproximadamente 5,000 casas, casi 500 vendedores cambiaron su precio inicial hasta ahora en abril, según datos del sitio de avisos clasificados de propiedades MyHome.ie. Un 80% de dichos cambios fue negativo, muestran los datos.
“Es un mercado para los relativamente ricos”, dijo Tom Dunne, catedrático de bienes raíces en el Instituto Tecnológico de Dublín. “Los que no están en una posición acomodada no pueden acceder y se ven obligados a volcarse al mercado de alquileres”.
Dalkey, un vecindario situado a unas 3 millas (5 kilómetros) de Monkstown, cuyas calles estrechas desbordan de bares y restaurantes, alberga a algunas de las personas más ricas de Irlanda. Bono vive cerca, y llevó a la primera Dama Michelle Obama a comer en la zona cuando estuvo de visita con sus hijas en 2013.