(Bloomberg).- Marcos Vieira estaba ubicado en primera fila ante la mayor remodelación preolímpica de Río de Janeiro: la demolición de la autopista elevada que pasaba frente a su oficina. Ahora tiene una vista despejada de los cruceros que llegan al puerto.
En unos años verá surgir edificios de oficinas y museos, sendas peatonales y para bicicletas. “La mejora estética es fantástica”, dice Vieira, vicepresidente de la escuela de samba Portela y policía militar.
La eliminación de la autopista es una pieza central del plan de 8,200 millones de reales (US$ 2,900 millones) del alcalde Eduardo Paes de emular ciudades como Boston y Barcelona mediante la renovación de la costa.
Paes tiene un plazo muy estricto –las Olimpíadas de 2016- para que nuevos túneles descongestionen el tránsito. Ese no es su único desafío: la economía de Río, que depende del petróleo, se desacelera en momentos en que la estatal Petróleo Brasileiro SA se encuentra inmersa en un escándalo de corrupción, y aún está por verse si el nuevo centro atraerá residentes o sólo inquilinos comerciales.
“Una ciudad sin centro es una ciudad sin alma”, dijo Paes, que tiene 45 años, en una entrevista. “En los lugares donde no vive, la gente no mira, no cuida, no presiona a los políticos y todo se malogra. Basta con mirar el centro de Río, donde no hay nadie”.
La zona portuaria de Río, que tiene 5 kilómetros cuadrados y abunda en vetustas fachadas coloniales, enormes depósitos y vidrieras deterioradas, tiene mucho por delante antes de hacerse merecedora del nombre de Porto Maravilha. Al caer la noche, las calles que serpentean entre colinas y la bahía de Guanabara están desiertas y escasamente iluminadas.
La ambición de Paes
El plan de Paes es muy ambicioso. Comienza por la demolición de una autopista elevada de casi 5 kilómetros (3 millas) a los efectos de despejar la zona y crear una senda peatonal. La calle, conocida como la Perimetral, era tan vital para el tránsito que, cuando la eliminó el año pasado, “la gente quería matarme en la calle”, dijo Paes.
El tránsito se redireccionará a través de dos túneles, mientras que tranvías se deslizan junto a 17 kilómetros (10 millas) de sendas para bicicletas. Las aceras y calles se reconstruirán conforme se instalan nuevas redes de agua, electricidad, desagües y cloacas hasta 2020.
También se cableará la zona con fibra óptica, según el grupo Porto Novo, que comprende a compañías constructoras como Odebrecht SA y OAS SA y que administrará el área hasta 2025.
La promesa de tal infraestructura ha atraído 32 proyectos comerciales, entre ellos Trump Towers Río, que contará con dos edificios de oficinas de 38 pisos en un primer momento, para llegar luego a cinco.
Esos desarrollos pagaron la mayor parte del plan de Paes: la ciudad licitó el derecho de construir por encima de determina altura. Las compañías que se han trasladado a la zona o planean hacerlo comprenden a Nissan Motor Cohttp://gestion.pe/noticias-de-nissan-2485?href=nota_tag ., L’Oreal SA , la minorista Lojas Americanas SA y la proveedora de servicios petroleros Subsea 7 SA.