(Bloomberg).- Volvo Car Group planea construir su primera fábrica automotriz en Estados Unidos con una inversión de US$ 500 millones para reanimar las ventas luego de una caída de la demanda en los últimos diez años.
La planta comenzará la producción en el 2018 con un objetivo de capacidad de 100,000 a 120,000 autos, dijo Lars Wrebo, jefe de fabricación y compra, en una entrevista telefónica. La automotriz con sede en Gotemburgo, Suecia, está en conversaciones con tres estados norteamericanos para definir dónde se instalará.
El lugar será elegido “dentro de los próximos dos meses”. La colaboración del gobierno local en cuanto a la capacitación de la fuerza laboral será un factor clave en la decisión, dijo Wrebo.
El fabricante sueco, que fue comprado en el 2010 por Zhejiang Geely Holding Group Co. del multimillonario chino Li Shufu, está intentando mejorar las perspectivas en Estados Unidos, donde las ventas el año pasado alcanzaron un total de 56,000 vehículos, menos de la mitad del pico de la marca en el 2004.
La planta le dará a Volvo una presencia local, colocando a la empresa en una situación similar a BMW AG y Mercedes-Benz. También ayudará a reducir los riesgos relacionados con las fluctuaciones de la moneda.
“Estados Unidos es una parte absolutamente crucial de nuestra transformación global”, dijo el máximo responsable ejecutivo, Hakan Samuelsson, en un comunicado. “El anuncio de hoy deja perfectamente en claro que Volvo está en Estados Unidos para quedarse”.
Compensación de costos
Volvo también evaluó construir la planta en México, donde BMW, el mayor fabricante del mundo de vehículos de lujo, anunció una instalación de producción de US$ 1,000 millones, sumándose a los competidores alemanes Audi AG y Mercedes-Benz.
Volvo limitó su selección a ciudades de Estados Unidos porque los menores costos de transporte comparado con México compensan los gastos más elevados de la mano de obra, dijo Wrebo. El gasto de la distribución de los vehículos a las concesionarias desde una planta sería “casi idéntico” en cualquiera de los dos países, dijo.
La planta de BMW en Spartanburg, Carolina del Sur, fabrica casi todos los vehículos SUV del fabricante con sede en Múnich, y la fábrica es el mayor exportador de coches fabricados en Estados Unidos a mercados fuera de Norteamérica.
Mercedes, con sede en Stuttgart, Alemania, que se ubica en tercer puesto detrás de BMW y Audi AG en ventas globales de coches de alta gama, tiene su principal planta de producción de SUV en Tuscaloosa, Alabama.
Impulsado por su SUV XC90 renovado, Volvo apunta a ventas globales este año de unos 500,000 autos. El XC90 es el primer vehículo de Volvo desarrollado completamente bajo la titularidad de Geely y servirá como la base de modelos futuros, como parte de un programa de inversión de cinco años y US$ 11,000 millones que incluye la revisión del rango de productos de la marca.
La fábrica de Estados Unidos de Volvo sería su quinta planta en el mundo: se sumaría a dos en Europa y dos en China. La planta fabricaría vehículos para Estados Unidos, donde Volvo tiene un objetivo a mediano plazo de vender 100,000 autos por año, y puede abastecer a otros mercados.
La instalación también le dará a Volvo capacidad suficiente para exceder su objetivo de construir 800,000 autos por año para fin de la década, comparado con un récord de 466,000 el año pasado, dijo Wrebo.