Uber parece haberse atorado en un cuello de botella al final de 2016. Según Bloomberg, el gigante del transporte on-demand ha registrado pérdidas por más de US$ 800 millones en el tercer trimestre del año.
A lo largo del año, la empresa basada en San Francisco ha perdido más de US$ 2,200 millones, y se proyecta que cerrará el año con más de US$ 3,000 millones en rojo.
Paradójicamente, la conducta financiera impecable de Uber la ha valorado en US$ 69,000 millones. Es decir, el viaje en Pool vale más que General Motors Co. y Twitter Inc. combinados.
¿Entonces, cómo es que su valor se incrementa con tanta pérdida?
La respuesta es sencilla. A pesar de sus pérdidas, Uber sigue generando muchísimo dinero. De hecho, en los primeros nueve meses del año, sus ingresos netos ascienden a US$ 3,760 millones, y la proyección al cierre de 2016 es mayor a los US$ 5,500 millones.
Y no es que la red de transporte haya encontrado a la gallina de los huevos de oro, sino que su secreto está en el tremendo fee que cobra a sus conductores por viaje.
Comisionado Uber
Bloomberg estima que Uber recauda entre el 20% y 30% por carrera. Es decir, si el viaje salió S/ 20 (y no, no vale el cupón de descuento), la empresa se queda con S/ 4 a S/ 6, y el resto es para el chofer.
Si lo ponemos en perspectiva, la cifra es bastante elevada. Ebay, por ejemplo, solo tiene una comisión del 8% en sus pedidos. Airbnb percibe entre 9% y 15% por cada reserva.
Ahora, si lo llevamos a un escenario un poco más grande se puede explicar un poco este fenómeno del taxi más rentable del mundo.
En el primer trimestre del año, las órdenes o pedidos de viajes a Uber en el planeta ascendieron a US$ 3,800 millones. Hacia el segundo trimestre, la cifra subió a US$ 5,000 millones.
Motivado por la salida del mercado chino en agosto, para el tercer trimestre de 2016 su crecimiento se ralentizó bastante. No obstante, al final de septiembre Uber alcanzó los US$ 5,400 millones en viajes realizados.
Sus ingresos netos, sin embargo, presentan una historia ligeramente distinta. Este monto es la cantidad que Uber recibe después de pagarle a sus conductores, y crece como la espuma.
Los primeros tres meses de 2016, Uber recaudó US$ 960 millones. El siguiente trimestre la suma fue de US$ 1,100 millones, y para el tercer trimestre del año, se incrementó a US$ 1,700 millones, según Bloomberg.
Las pérdidas
Desde enero hasta septiembre, Bloomberg estima que Uber ha perdido US$ 2,200 millones, y va en camino a los US$ 3,000 millones en negativo. Sin embargo, estas cifras podrían subestimar las verdaderas pérdidas de la compañía, pues no incluyen intereses, impuestos o bonos en acciones.
Si desmenuzamos esas pérdidas, encontramos que en el primer trimestre las pérdidas sumaron US$ 580 millones, en el segundo ascendió a US$ 800 millones. Y en el tercer trimestre se replicaron las pérdidas por US$ 800 millones (sin incluir la salida de China).
Pero los chinos no tienen la culpa de todo. Incluso en los Estados Unidos, en donde Uber juega de local, perdió US$ 100 millones en el segundo trimestre del año.