Washington (AFP).- La Trump Organization, el imperio económico del presidente electo de Estados Unidos, aglomera una red compleja de propiedades de lujo y campos de golf en Estados Unidos y el extranjero, cuyas ramificaciones siguen rodeadas de misterio.
Para poner fin al conflicto de interés que representaría su doble rol como hombre de negocios y jefe de Estado, Donald Trump anunció el miércoles que se retirará “completamente de las operaciones de gestión” de sus negocios.
Orígenes de su imperio
A pesar de la leyenda que él ha construido, Donald Trump no es el típico estadounidense que se “hizo a sí mismo”. Después de la Segunda Guerra Mundial, su padre Fred Trump, descendiente de un inmigrante alemán, ya había levantado un imperio en Nueva York, con la construcción de apartamentos de clase media en los populares barrios Queens y Brooklyn.
En los años 1970, Donald Trump tomó las riendas de la empresa y obtuvo un préstamo de su padre, en tanto reorientó las actividades de la compañía hacia Manhattan y las propiedades de lujo.
Lujo y campos de golf
La primera Trump Tower, que hoy es el cuartel general del equipo de transición del presidente electo en Nueva York, vio la luz en 1983 y fue seguida por una serie de edificios y propiedades de lujo en la Gran Manzana.
Según la página de internet de la Trump Organization, una veintena de sus residencias en el país fueron construidas en Manhattan y Florida, además de Las Vegas y Los Angeles, entre otras ciudades.
Las propiedades de alto perfil con el nombre Trump también llegaron a India, Turquía o Corea del Sur, países con los que Estados Unidos tiene relaciones diplomáticas, lo que en consecuencia daría lugar a conflictos de interés.
El imperio Trump también se basa en los campos de golf y hoteles de lujo en Estados Unidos y el extranjero. El más reciente proyecto Trump International Hotel abrió sus puertas en septiembre en Washington a pocas cuadras de la Casa Blanca.
En contraste, el grupo dejó sus negocios en la industria de casinos, en la cual Trump fracasó al punto de llegar a la ruina en los años 1990. Se vio obligado a declararse en quiebra cuatro veces para renegociar su deuda.
El nombre Trump, vinculado también a marcas de ropa e incluso filetes de carne, aún se exhibe en algunos casinos, muestra de la difusa diferenciación entre esta marca y la participación real de la Trump Organization.
Zonas bajo la sombra
Al no cotizar en bolsa, el grupo Trumo y tres de sus cinco hijos (Ivanka, Donald Jr, Eric) pueden conservar una mayor discreción sobre su participación en las inversiones y actividades.
Los datos publicados por la Trump Organization no precisan si el grupo es el único dueño de los inmuebles, si posee una parte minoritaria o si presta su nombre a cambio de una retribución financiera.
El monto de la deuda acumulada por el grupo también es un secreto.
La fortuna de Donald Trump sigue siendo blanco de discusiones. La revista Forbes la valoró en 3,700 millones de dólares, aunque el millonario inmobiliario reivindica 10,000 millones.
Su declaración de impuestos ayudaría a revelar parte de este misterio, pero el presidente electo se ha negado a publicarla, rompiendo con una tradición política sólidamente arraigada en Estados Unidos.