(Bloomberg).- Electrolux AB afirma que empieza a ver signos de una ralentización en algunas zonas de Europa, incluido el Reino Unido, tras la decisión del país de salir de la Unión Europea, y que las ventas en la región se paralizarán.
El mayor fabricante europeo de electrodomésticos dijo hoy a través de un comunicado que espera que la demanda europea de este tipo de producto crezca en torno a un 1% el próximo año, inferior a la expansión del 2016, que ha sido de entre un 2% y un 4%.
“Recientemente ha habido signos de una demanda menor en algunos mercados, incluido Reino Unido”, dijo la compañía con sede en Estocolmo.
El fabricante de los electrodomésticos Frigidaire ha advertido que una ralentización en la construcción tras el referéndum británico a favor de abandonar el bloque podría perjudicar a la demanda de hornos, fogones y otros equipamientos de cocina.
La empresa anunció una caída del mercado británico de aproximadamente el 4% en el trimestre finalizado en septiembre. Como respuesta a una libra cada vez más débil, Electrolux es una de las muchas compañías que han subido el precio de sus productos en Reino Unido.
Asimismo, Electrolux espera una ralentización del crecimiento en Norteamérica, donde prevé que el crecimiento en 2017 sea de entre el 2 y el 3 por ciento. En octubre, cuando la firma sueca publicó sus resultados del tercer trimestre, rebajó su previsión del crecimiento de la demanda norteamericana de este año a entre el 3 y el 4 por ciento.
El máximo responsable de la compañía, Jonas Samuelson, nombrado después de que su antecesor Keith McLoughlin fracasara en su intento de comprar el negocio de electrodomésticos de General Electric Co. el año pasado, trata de alcanzar un objetivo del margen de beneficio operativo del 6% con una mejora de las divisiones que no tienen el desempeño deseado, y con un aumento de las ventas de productos nuevos y más rentables como los hornos de vapor y las lavadoras diseñadas para tratar tejidos delicados.
Al mismo tiempo, la compañía busca reducir costes y afirmó que la eficiencia operativa y la reducción de costes tendrán un efecto positivo de 1,600 millones de coronas suecas (US$ 175 millones) el próximo año.