Spotify, uno de los servicios de streaming de música más grandes del mundo, estuvo a un paso de llegar al mercado ruso, pero en lo que sería un cambio de decisión de última hora la start-up dio un dramático giro en U y canceló su ingreso a ese país.
La aplicación, que ya está presente en 58 países de todo el mundo y cuya suscripción para usuarios rusos iba a costar 500 rublos al mes, desestimó también al que estuvo a punto de convertirse en jefe de división de ese país, Alexander Kubaneishvili.
En una carta a los socios, el empresario mencionó su “pesar” y explicó que Spotify se “negó a ponerse en marcha en un futuro previsible”. Entre las principales causas que habrían conllevado a la empresa a retroceder en su determinación, Kubaneishvili enumeró “la crisis económica, la situación política, las nuevas leyes que rigen la Internet”.
Según recoge Business Insider, la inestabilidad de Rusia habría contribuido a que Spotify desistiera en su plan de expansión. Y es que el país cuenta con un futuro político y económico incierto. Se enfrenta una situación complicada con Ucrania, el descenso en espiral de la moneda rusa, el rublo; y, quizá lo más importante, Internet está arruinada por la intromisión del gobierno.
Es probable que el problema de la piratería de la música también haya desempeñado un papel en la cancelación del lanzamiento de Spotify en Rusia. En el pasado, las discográficas han afirmado que la red social rusa VKontakte es un “refugio” para las descargas ilegales.
En efecto, según Arstechnica, Sony Music Rusia, Universal Music Rusia, y Warner Music UK presentaron demandas de derechos de autor en abril 2014 contra el citado sitio web.