Empresarios, políticos, científicos, cantantes, etc. Todos los protagonistas del futuro económico del mundo asisten una vez al año a Davos, al suroriente del Suiza, para participar durante seis días en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Este año, siete peruanos figuraban en la lista de invitados al selecto evento, pero los políticos cancelaron y solo llegaron a asistir tres.
Martín Aspíllaga, director de la firma de asesoría financiera Salkantay Partners, participó como parte del grupo de ‘Champions’ que el WEF ha seleccionado entre jóvenes de todo el mundo. En el 2013, él fue nombrado uno de los 199 Young Global Leaders, así que septiembre recibió su carta de invitación para asistir a la reunión de la élite económica y social.
“Es muy difícil llegar porque los espacios son reducidos, pero creo que el Perú pudo tener este año una mayor presencia. Allí se debaten los temas que marcan la economía mundial y sólo estábamos dos ejecutivos de Interbank y yo. Entiendo que para una empresa supone una inversión importante, pero participar ofrece muchas oportunidades. Son seis días intensos con muchas reuniones y actividades paralelas, pero uno va formando su agenda.”, comenta.
Según Aspíllaga, el día empieza a las 7 a.m. con algunos de los múltiples desayunos organizados por algún político o una empresa, seguido de las grandes conferencias o de reuniones particulares. Así, hasta el final del día que se cierra con alguna cena o fiesta organizada por una firma o la delegación oficial de un país.
En Davos, pues, se organizan hasta cuatro tipos de eventos. Las grandes presentaciones, como las de los jefes de Estado, son abiertas; después, hay un grupo de presentaciones, como la del CEO de Alibaba, Jack Ma, que tienen capacidad limitada. También, se organizan reuniones que son cerradas o se accede con invitación y evento paralelos; es decir, que oficialmente no forman parte del foro, pero donde participan los asistentes, como los conciertos o eventos sociales.
Networking
Lo más interesante del WEF para Aspíllaga fue la posibilidad de conocer a líderes de todos el mundo. “Nunca pensé conocer a tanta gente. Claramente hay quienes tienen una agenda muy ocupada, pero es fácil encontrarse con los líderes en los desayunos, almuerzos y cenas y están dispuestos a cederte unos minutos. Por ejemplo, en un hotel coincidí con André Esteves, el CEO de BTG Pactual, y conversamos por unos minutos. Si bien el WEF no es una feria donde uno va a cerrar negocios, la red de contactos que se genera es muy valiosa para futuras inversiones o consultas sobre negocios”, explica.