(Bloomberg) Los planes de US$149.000 millones para expandir la oferta mundial de cobre están teniendo problemas.
Los productores cuentan con las expansiones y el desarrollo de nuevas operaciones para cubrir déficits de oferta que, según proyectan, llegarán hacia el fin de la década. Esos planes se están deshilachando en tanto entidades crediticias renuentes, disputas políticas, obstáculos técnicos y la falta de agua y electricidad estiran los plazos de los proyectos desde Papúa Nueva Guinea hasta Perú.
Sólo seis grandes proyectos de construcción de minas nuevas o expansión de operaciones actuales estarán terminados para 2020 y dos de ellos todavía corren peligro de sufrir posibles demoras, según la empresa de investigación CRU Group. La cifra se compara a un total de 80 proyectos planificados en el mundo, según Bloomberg Intelligence.
Freeport-McMoRan, la mayor productora de cobre cotizada en bolsa, proyecta que el actual superávit del metal se termine a partir del año que viene a medida que mejora la demanda y cae la producción. Codelco, la empresa estatal chilena y mayor productora, anticipa un déficit para 2018, y BHP Billiton Ltd., operadora de la mina de cobre más grande del mundo, prevé una escasez a partir de 2019. “Nuestra cartera de proyectos se redujo considerablemente en el transcurso del año pasado porque pasamos a tener en cuenta más demoras” dijo Christine Meilton, consultora principal sobre oferta de cobre y materias primas de CRU en Londres. Si bien la industria confía en que surja un déficit, reunir financiamiento para los proyectos sigue siendo complicado en tanto los precios bajos disuaden a los inversores, dijo.
Colapso
La producción global superó la demanda en cinco de los últimos seis años, en parte debido a la desaceleración del crecimiento en China, la principal usuaria, muestran datos de Bloomberg Intelligence. El cobre se desplomó más de 50 por ciento en la Bolsa de Metales de Londres tras llegar al récord de US$10.190 por tonelada métrica en 2011. En enero, tocó US$4.318 por tonelada, valor cercano al más bajo en siete años.
El mes pasado, Macquarie Group Ltd. redujo 4,1 por ciento sus proyecciones de precios para este año, a US$4.690 por tonelada, y 9 por ciento para 2017, a US$4.788. El cobre para entregar en tres meses se vendía a US$4.751 por tonelada en la LME a las 9:29 de la mañana en Londres, una caída de 11 por ciento en los últimos 12 meses.
En consecuencia, el gasto de capital de 35 grandes productores bajará de US$104.000 millones en 2013 a cerca de US$41.000 millones el año que viene, y el año pasado la producción de las minas se derrumbó más de 20 por ciento, muestran datos de las compañías compilados por Bloomberg Intelligence. Pese a los proyectos con una previsión de gastos en bienes de capital de cerca de US$149.400 millones, según los datos, la industria minera enfrenta desafíos para entregar la oferta nueva a tiempo para cubrir el déficit. Demanda
La demanda de cobre fue más débil de lo esperado en los primeros cuatro meses de 2016 y la desaceleración del crecimiento del consumo plantea riesgos para las proyecciones de equilibrio del mercado y precios, escribieron analistas de RBC Capital Markets en una nota publicada el 9 de junio. La desaceleración del crecimiento global, en particular en China, sigue siendo el principal riesgo para la perspectiva de la demanda, escribieron los analistas. Ese país respondió por el 47 por ciento del consumo global el año pasado.
Con todo, nuevas interrupciones en los proyectos podrían provocar un déficit antes de lo previsto, dijo por e-mail Meilton, de CRU. “También tendrán consecuencias para la próxima década, cuando se espera que se amplíe la brecha con la oferta”, señaló.