Tokio/Seúl (Reuters).- Samsung Electronics Co invertirá 110 millones de dólares en Sharp Corp, con lo que ampliará su base de proveedores, obtendrá acceso a la tecnología de pantallas delgadas de bajo consumo y le permitirá poner un pie en la puerta de uno de los abastecedores asiáticos clave de la estadounidense Apple Inc.
El acuerdo deja a Samsung con una participación de un 3% en la pionera japonesa en televisores, con lo que se convierte en uno de los principales accionistas extranjeros de Sharp, junto a la fabricante de chips Qualcomm Inc, que acordó invertir hasta 120 millones de dólares en diciembre.
Las acciones de Sharp, que fue rescatada por sus bancos en octubre del año pasado, treparon debido a las noticias del apoyo financiero.
El acuerdo es inusual entre dos países rivales y representa la primera vez que el fabricante surcoreano de televisores obtiene una participación en un rival japonés.
Los tres principales fabricantes de televisores de Japón, Sharp, Sony Corp y Panasonic Corp, luchan por superar pérdidas mientras Samsung los castiga en mercados en el exterior.
Si bien Sharp es uno de los proveedores más pequeños de Samsung, su importancia para la compañía surcoreana crecería con la ampliación de la demanda de televisores grandes de más de 60 pulgadas, dicen analistas. Los precios preferenciales podrían mejorar la ventaja competitiva de Samsung en televisores.
La compra también podría incomodar a Apple al presionar la capacidad de una planta que produce pantallas para el iPad y el iPhone 5. Analistas e investigadores de la industria estiman que Sharp es el segundo mayor proveedor de Apple tras LG Display Co Ltd.
“La inversión de Samsung también evitará que Apple tenga un acceso exclusivo a Sharp”, dijo Jeff Kang, un analista de Daishin Securities en Seúl.
Samsung también puede resultar beneficiada por el acceso a la tecnología de pantallas de la compañía japonesa.
Sharp, que fue fundada hace un siglo, fabrica pantallas de alta resolución que son más delgadas, requieren menos luz de fondo y consumen hasta un décimo de la energía que las LCD convencionales, lo que da una mayor duración a las baterías de celulares y dispositivos que las usan.