Los compromisos y avances en responsabilidad social empresarial se miden a través de los reportes anuales de sostenibilidad. Los cuales garantizan la transparencia corporativa y sirven para mitigar riesgos, mantener la licencia social frente a los grupos de interés y reforzar el vínculo con éstos.
Cecilia Rizo Patrón, gerente de Gestión del Conocimiento de Perú 2021, dijo así
que “la muralla de desconfianza que pudiera haber en los stakeholders puede derribarse con la presentación de informes anuales”. Con eso, aseguró, la firma muestra mayor transparencia respecto a los impactos que genera y gestiona.
Los indicadores del GRI
Ahora la nueva versión de la guía (G4) de Global Reporting Initiative (GRI), una organización que define los indicadores bajo los cuales las compañías deberían elaborar sus reportes anuales de sostenibilidad, presenta otro enfoque: el de materialidad.
Éste exige que los esfuerzos de RSE no queden reducidos a políticas aisladas, sino que formen parte de una estrategia integral. La guía G4 demanda que las áreas de la empresa colaboren conjuntamente para “reportar aspectos que sean relevantes para todos los stakeholders”, precisó la consultada.
Las claves del G4
Con un total de 91 indicadores divididos en distintas categorías (económico, ambiental, laboral, derechos humanos, comunidad y responsabilidad sobre el producto), la guía G4 pone enfásis, digamos, “en cuántas toneladas de CO2 ha emitido una empresa con sus actividades, no tanto en cuántas donaciones ha efectuado a una comunidad”.
La actualización del GRI -detalló Rizo- aborda lo relacionado a aspectos laborales, elementos de gestión de la cadena de abastecimiento, factores medioambientales en la cadena de proveedores, cuestiones de responsabilidad sobre el producto e incluso plantea indicadores para que la empresa reporte cómo ha generado valor económico a sus diferentes grupos de interés.
Labor conjunta
La nueva guía -que busca transparentar “el proceso de identificación de los impactos significativos de la empresa en materia económica, social, ambiental”- conlleva que el área de RSE trabaje junto al departamento de logística, finanzas, marketing, entre otros, porque todos éstos conocen a fondo la relación de la firma con los grupos de interés.
“El desafío del área de RSE, con la guía G4, es que tendrá que conversar con el Gerente de Logística, por ejemplo, para explicarle cómo sus políticas de pago pueden afectar a las pequeñas empresas proveedoras, por lo que las dos áreas tendrán que trabajar para identificar esos impactos y mitigarlos con un plan de acción”, señaló la entrevistada. “La adaptación a la nueva guía va a obligar a las organizaciones a ponerse metas más allá de donaciones a comunidades”.
PRECISIONES
- A partir de 2016, según el GRI, las organizaciones deberán reportar sus informes de sostenibilidad en función a la guía G4. Solo hasta diciembre de 2015 podrán elaborar sus respectivos informes en base a las anteriores versiones.
- En Perú, seis empresas (sector financiero, extractivo y energía) ya han iniciado el proceso correspondiente en función a la versión G4.
- Aquellas empresas nuevas que aún no desean hacer pública su gestión de responsabilidad social pueden utilizar la guía G4 a modo de evaluación interna para, en consecuencia, iniciar un proceso integral de RSE.