La empresa Resemin S.A. es una fabricante peruana de máquinas perforadoras para la minería subterránea. Vende a empresas nacionales y de América Latina, y su curva de crecimiento durante los últimos cinco años es una muestra del potencial de este tipo de minería en el Perú y en el extranjero.
“En el año 2009, fabricacamos y entregamos 18 equipos al mercado minero. El año 2010 fue una cifra parecida. En el 2011, llegamos a fabricar 37 unidades. Y este año estamos entre 50 y 55 unidades, que en términos monetarios sería 25 millones de dólares más o menos”, calculó su gerente de ventas, Tito Barrientos.
Explicó que sus trabajan principalmente en proyectos de oro, dada su condición de minería subterránea, pero también con mineras polimetálicas subterráneas como Volcan, en el caso de Perú. Barrientos considera que Perú está a niveles internacionales en la fabricación de maquinarias perforadoras:
“El 65% de la minería en el país es de cielo abierto. El 35% es minería subterránea, que está en niveles de tecnología y de avance bastante importantes a nivel mundial. Hoy se exportan talentos: grandes mineras del extranjeros están tomando la mano de obra de nuestros profesionales peruanos y afortunadamente tienen muy buenos resultados”, explicó.
En el extranjero, sus maquinarias se venden a Chile, Argentina, México, Bolivia, Brasil y América Central, y en ese mercado regional también se abren nuevas oportunidades.
“Los precios de los minerales, principalmente del oro, están tocando niveles nunca antes vistos, y esto da oportunidad de que muchas mineras subterráneas estén comenzando a trabajar. Por ejemplo, El teniente de Chile, la mina subterránea más grande del mundo, se está ampliando. Y, en ese mismo país, la mina Chuquicamata está pasando de tajo abierto a mina subterránea. Eso es una brillante oportunidad”, comentó.
Sin conflictos
Barrientos informó que los conflictos sociales no ha tenido un impacto en las ventas de Resemin, puesto que los problemas están concentrados en la minería superficial, por lo que también es un punto a favor para las inversiones.
“Las ventas se han mantenido de manera positiva. Los conflictos quizá se presenten en temas donde está la minería superficial. Hay problemas en las carreteras, reclamos de sindicatos, o reclamos de determinadas comunidades, pero no pasa de eso. Hasta ahora no hemos tenido un indicador negativo para la producción o para la evolución de esa producción”, dijo.
En donde sí notó algunos incovenientes es en los pedidos de maquinarias en el extranjero, que responden a la crisis económica externa, puesto que las matrices de las mineras en América Latina provienen de Europa, Estados Unidos o Canadá.
Barrientos reportó la cancelación de dos equipos con orden de compra en México, que después lograron redestinar a otro país de la región. “Definitvamente, la crisis no está afectando”, dijo.