Si bien Perú obtuvo la decisión favorable del Tribunal Arbitral Internacional en caso La Oroya, Renco anunció ayer que volverá a presentar una demanda contra nuestro país, ¿deberíamos preocuparnos?
El titular del Ministerio del Ambiente (Minam), Manuel Pulgar Vidal, dijo que la empresa podría ‘rearmar’ el arbitraje pero eso no significa que se puedan cambiar las reglas de tal forma que tal forma que obtengan un resultado a su favor.
“Es bueno que se haya ganado el arbitraje porque eso te elimina una contingencia. La denuncia de arbitraje es una petición como de mil millones de dólares. Se ha ganado pero eso no quiere decir que se puedan tomar medidas que puedan hacer que se retomen un arbitraje”, refirió.
“Si uno ve la comunicación de Renco, ellos dicen, que pueden rearmar el arbitraje -considerando que en lo que se ha fallado es un tema de forma- , pero eso no significa que nosotros podamos cambiar las reglas de manera tal que Renco termine teniendo la razón”, agregó.
Como se recuerda, Renco presentó el arbitraje indicando que el Estado peruano le estableció una exigencia que no le permitió actuar y que era discrecional y arbitraria con relación a los otros.
“Si cambiásemos la regla (exigencia) con la idea de que La Oroya funcione ahí sí Renco tendría razón. Entonces, tenemos que tener mucho cuidado y saber qué se le exigió a la empresa, porque nada más flexible de eso se puede hacer en el futuro, porque ahí sí tendríamos nuevamente la contingencia de mil millones de dólares que es incluso más alto de lo que se estima cuesta poner a funcionar La Oroya”, precisó Pulgar Vidal.
Pero, ¿qué hacer con los miles de trabajadores que exigen volver a trabajar? Según el ministro existen “soluciones posibles”.
“ Renco tenía dos operaciones, una mina llamada Cobriza y una fundición llamada La Oroya. Entonces, hay que potenciar Cobriza, se puede prender los circuitos de plomo y zinc, más el negocio de la ferritas se puede y se debiera capitalizar de manera tal que se pueda atender a los trabajadores”, comentó.
Aseguró que las emisiones del circuito de plomo y zinc están dentro del estándar; sin embargo, el problema es el circuito de cobre porque nunca se modernizó ni se le construyó la planta de ácido sulfúrico para capturar el dióxido de azufre “que contamina a niveles exageradísimos”.