El Gobierno consideró que hubiera sido más útil convocar a una licitación internacional o subasta (para la concesión del servicio de telefonía móvil) en lugar de renovar el contrato con Movistar, reveló Raúl Pérez Reyes, viceministro de Comunicaciones.
Sin embargo, en todas las concesiones celebradas con todas las operadoras de telefonía se estableció un derecho de suscripción preferente para la renovación de la concesión, agregó.
Y solo en el caso en que Telefónica Móviles (Movistar) hubiera rechazado la propuesta del Gobierno de mejora en el servicio, ello hubiera facultado a que se realice una subasta internacional.
Osiptel determinó que para esa mejora se requería una inversión de S/. 3,020 millones y con ello renovar el contrato, pero que ese monto no se podía condicionar como un pago en efectivo porque los contratos de concesión prohíben el pago en efectivo expresamente como condición de renovación. Pese a que lo solicitaron en un primer momento, Movistar se opuso a ello.
El viceministro dijo que su despacho analizó una eventual demanda ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) y la posibilidad de obtener un resultado desfavorable para el Perú, por lo que se renegoció dicho monto en la forma de nuevos servicios que debe ofrecer Movistar en la concesión (planes tarifarios reducidos, acceso gratuito a entidades públicas, entre otros).
Movistar aceptó incondicionalmente esta propuesta y renovó la concesión por 18 años y 10 meses.