Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Ya no hay ninguna duda. El ambicioso proyecto de expansión anunciado por Uría Menéndez la semana pasada ha confirmado que Latinoamérica se ha convertido en el nuevo campo de batalla para los grandes despachos de abogados españoles.
En junio de 2013, Garrigues daba el pistoletazo de salida y convulsionaba el sector legal de los negocios con su plan para abrir oficinas propias en América Latina para ejercer derecho local, tras la ruptura de su alianza Affinitas.
Este proyecto, que tiene casi concluida su primera fase con sedes ya operativas en Colombia y México y a punto de culminarse la apertura en Perú, ha hecho que las demás firmas se pongan en guardia y revisen sus estrategias.
Es el caso de Uría Menéndez. Aunque oficialmente desde la firma fundada por Rodrigo Uría se explique que el movimiento de Garrigues no ha sido el detonante, varias voces del sector legal creen que “sí ha sido determinante”.
A diferencia de Garrigues, Uría ha optado por liderar un proyecto que tiene un punto de llegada fijado para dentro de cinco años, donde liderará la fusión de varias firmas destacadas en los cuatro países latinoamericanos de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México). En una primera fase ha entrado con el 30% del capital de la fusión entre el despacho chileno Philippi y el colombiano Pietrocarrizosa, que a su vez toma un porcentaje minoritario de Uría Menéndez.
Distintos caminos, diferentes estrategias, pero el mismo objetivo: convertirse en una gran firma iberoamericana, donde gran parte del negocio se facture en el futuro al otro lado del Atlántico para depender mucho menos de España. La totalidad de la decena de importantes socios de despachos relevantes con los que se ha puesto en contacto EXPANSIÓN –y que han pedido mantener el anonimato–, cree que “los movimientos de Garrigues y Uría hacia Latinoamérica son muy acertados y necesarios. El mercado español sufre un decrecimiento de actividad, y el negocio no volverá a ser el de hace ocho años. Además, la competencia en precio es brutal. ¿Hay otra alternativa a Latinoamérica para los españoles? No sería lógico intentar asaltar el mercado alemán”.
Aunque no hay unanimidad en cuál es mejor estrategia, si abrir oficinas propias o integrarse con grandes despachos locales, la gran mayoría de los expertos consultados se decantan por la segunda opción, la elegida por Uría. “La idea de Garrigues es buena y probablemente por su tamaño y tipo de clientes es el único que podía lanzarse a esta aventura casi en solitario, pero es más lenta y tiene más riesgo de no funcionar. Pero, en cambio, si llega a tener éxito, tendrá más control de la gestión y de su marca”.
Algunos abogados aseguran que “Latinoamérica es una suma de diferentes mercados legales más sofisticados de lo que a veces se percibe desde España, y es mucho más fácil partir con una de las firmas líderes en el país de destino que creando una marca desde cero. Además, en el caso de Uría también tienen la ventaja de que conocen bien a su pareja de baile, pues llevan muchos años colaborando con ellos”.
Decisión
Sin embargo, algunos de los abogados creen que si Uría no hubiera pactado tener siempre una posición dominante en la firma resultante, podría perder poder de decisión.
Desde Uría, su socio director, Luis de Carlos, afirma que “esto aún no está cerrado. El reparto accionarial resultante es una decisión que tomaremos en el momento que vaya a entrar otro bufete y cuando dentro de cinco años, si todo sale bien, hagamos una integración total”.
Por su parte, Fernando Vives, socio director de Garrigues, asegura que está muy satisfecho de cómo se está desarrollando el proyecto de su firma en Latinoamérica, cuyo objetivo es tener un despacho propio en estos países. En una segunda fase no descarta abrir en Chile, Argentina o Centroamérica y asevera: “En esta expansión, sólo creo en nuestra marca, en nuestro control de calidad y en nuestra gestión de clientes”.
Cuatrecasas
Pero ante estos dos movimientos, ¿qué hará la competencia más directa? Mientras Gómez-Acebo está estudiando qué estrategia seguir en Latinoamérica y lo discutirá en su próximo consejo de administración, todas las miradas se posan en Cuatrecasas.
El segundo despacho por volumen de negocio en España decidió hace varios años desechar su proyecto de abrir oficinas propias en la región y apostó por tener alianzas, excepto una potente oficina en Brasil. Sin embargo, la mayoría de los expertos consultados cree que “tras los movimientos de Garrigues y Uría, parece evidente que Cuatrecasas se verá obligado a replantear su estrategia. Debe mover ficha o se quedará relegado”.
Desde la firma, los socios Javier Villasante y Jaime Llopis explican que el objetivo del bufete es “anteponer el interés de los clientes y para eso hay grupos de socios multipráctica especializados en cada país que colaboran con excelentes firmas locales y relaciones preferentes con las mejores prácticas, que da excelentes resultados”.
Pros y contras de diferentes estrategias
Los tres grandes bufetes españoles han elegido diferentes estrategias para expandirse en Latinoamérica. Mientras Garrigues apuesta por abrir oficinas propias, Uría ha decidido liderar una gran fusión entre firmas de cuatro países –empezando por Chile y Colombia– y, por último, Cuatrecasas prefiere optar por relaciones o alianzas con bufetes locales.
Como cualquier expansión empresarial, los expertos en gestión consultados por este diario creen que hay pros y contras para cada modelo.
Rosario Silva, profesora de IE, cree que “al abrir tus propias oficinas controlas perfectamente el negocio, los clientes, la calidad –en un proceso más lento para contratar a los mejores en cada país–, pero más seguro, mientras que con las fusiones tienes un menor control sobre los procesos”.
Por su parte, José Ramón Pin, profesor de IESE, cree que “abrir filiales es más lento y requiere mayor esfuerzo financiero y en RRHH, pero se tiene más control. En cambio, las alianzas son más rápidas y no requieren inversiones”.