La empresa peruana Agroinversiones Valle y Pampa Perú se convirtió en la primera productora de granada en América Latina cuya finca “Fundo Teresita” alcanzó la certificación Rainforest Alliance Certified tras cumplir con los lineamientos de sostenibilidad de la Red de Agricultura Sostenible (RAS), los cuales protegen el medio ambiente, la vida silvestre y procuran el bienestar de los trabajadores.

“Nos sentimos muy orgullosos de haber acompañado a Agroinversiones Valle y Pampa Perú en este proceso, en el que se puso de manifiesto su compromiso con la sostenibilidad a través de un ejemplar desempeño social, económico y ambiental”, afirmó, Hebert Flores, asociado de Servicios de Agricultura de Rainforest Alliance para Suramérica.

La granada producida en el Fundo Teresita, ahora Rainforest Alliance Certified, es comercializada bajo la marca RubyQueen y exportada a Alemania, Bélgica, Canadá, Chipre, Grecia, Holanda, Hong Kong, Reino Unido y Rusia.

“Celebramos el impacto que produce en las comunidades vecinas, al generar fuentes de empleo y abrir espacios de comunicación para conocer sus inquietudes, sin olvidar los programas de bienestar que impulsan para sus colaboradores. A esto se suma un impresionante programa de uso de agua en un ecosistema desértico como en el que opera”, agregó Flores.

Por su parte, Miguel Bentin, gerente general de Agroinversiones Valle y Pampa Perú, indicó que en el proceso productivo se implementa una tecnología pionera en irrigación eficiente que les permite niveles inéditos de ahorro de agua, fertilizante y energía.

Explicó que este sistema de riego de alta frecuencia incluso les permitió obtener el año anterior un premio en la categoría de espacios abiertos y agricultura otorgado por el Sustainable Water Industry Group.

“La significancia de contar con el Sello Rainforest Alliance Certified radica en su efectividad para validar nuestros constantes esfuerzos por hacer agricultura sostenible en el Perú y transmitirlo al mundo en un lenguaje común. Estamos orgullosos de haber conseguido incluirnos en una red de alcance global que agrupa a empresas y productos que priorizan la responsabilidad social y ambiental en sus esfuerzos de negocio”, comentó Bentin.

El Fundo Teresita dedica 51 de sus 1,590 hectáreas a la producción de la granada y genera impactos positivos para la conservación de la biodiversidad, constituyendo nuevas hábitats para las especies que transitan por la zona. A ello se le suma que gracias al uso eficiente y responsable de fertilizantes y el cultivo de plantas leñosas (como el granado) promueve la captura de carbono y la disminución de la emisión de los gases de efecto invernadero.

En cuanto al recurso humano, se estima que cerca de 300 familias de los alrededores se benefician de empleo, de la gestión de atención médica para el trabajador directo y su familia, así como facilidades de transporte entre los diversos poblados y la finca misma.