(AFP) La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que ya ha pagado cerca de 92,000 millones de pesos (unos US$ 5,175 millones) que debía a diferentes proveedores, semanas después de que el gobierno le inyectara US$ 4,200 millones para tratar de reflotar sus cuentas.

La empresa, que arrastra números rojos y una caída de su producción, anunció que cubrió esa deuda “gracias al apoyo del gobierno federal” y que tiene programado otro pago a proveedores por unos 25,000 millones de pesos (unos US$ 1,400 millones).

Pemex aseguró que está tomando acciones para “cubrir los adeudos del 2015 de más del 85% de los proveedores y contratistas”, además de seguir con el plan de recortes ordenado por el gobierno por un total de US$ 5,500 millones.

El pasado 13 de abril, el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció una inyección a la petrolera de 26,500 millones de pesos (US$ 1,515 millones) que deberían servir para resolver problemas de liquidez y de otros 47,000 millones (US$ 2,687 millones) para el pago de pensiones y jubilaciones durante el 2016 mediante un pagaré.

Para recibir este “apoyo”, la mayor empresa de México -que aporta cerca de 20% de los ingresos públicos del país- debía comprometerse a reducir su pasivo circulante y la deuda con proveedores y contratistas en esa cantidad.

La debilitada Pemex se ha visto severamente afectada por la caída de los precios del petróleo y en el 2015 reportó pérdidas de 521,600 millones de pesos (unos US$ 30,315 millones), casi dos veces mayor a los 265,500 millones de pesos del año anterior.

El gobierno de Peña Nieto implementó en el 2014 una reforma que acabó con el nacionalizado sector energético y el monopolio que tenía Pemex desde 1938 y cuyo objetivo es revitalizar a la petrolera a través de la participación de capital privado, nacional y extranjero.