Con una inversión total de US$ 740 millones, Repsol viene ejecutando un programa de modernización y mejoras ambientales en refinería La Pampilla. El proyecto consta de dos partes, una dirigida a mejorar la calidad del diesel y otra la de los combustibles.
“En el bloque de diesel, podemos decir que tiene un avance superior al 40% de la obra y esperamos entrar en funcionamiento en el segundo semestre del 2016”, señala el gerente general del proyecto RLP21, Francisco Miranda Li.
La llegada desde España del corazón del proyecto, un reactor de 250 toneladas métricas y 33 pies de altura, permitirá desulfurizar el diesel alcanzando un contenido no mayor a las 50 partes por millón (ppm) de azufre, bastante más amigable que el actualmente producido en el país que tiene alrededor de 3 mil a 4 mil ppm. La producción esperada es de 30 mil barriles de diesel por día.
Con estas mejoras se espera dejar de importar gran parte del diesel de 50 ppm que actualmente se adquieren para abastecer Lima y algunas regiones del sur del país, como Arequipa, Madre de Dios, Cusco y Puno, donde ya se aplica la Ley 28694, que limita el uso de combustibles de alto contenido de azufre.
“En el caso de las gasolinas, ademas del azufre reduciremos algunos otros parametros que se consideran importantes desde el punto de vista ambiental, como son los aromáticos y el benceno por ejemplo. Con este segundo tramo del proyecto nuestro compromiso es terminar para el segundo semestre del 2018”, menciona Miranda Li.
Actualmente, Refinería La Pampilla tiene una capacidad de refinación superior a los 100 mil barriles por día. Sus ventas en el mercado nacional suponen una cuota de mercado de alrededor del 50%.