El proveedor de servicios de telefonía móvil NII Holdings Inc, que opera en América Latina usando la marca Nextel, informó que podría pedir la protección por bancarrota tras dificultades para enfrentar a la competencia en Brasil y México.
“A pesar de las medidas que hemos tomado para mejorar nuestro desempeño operativo, nuestros esfuerzos no han bastado, lo que ha dejado a la empresa con una posición de liquidez que no es suficiente para sostener el negocio”, dijo en un comunicado el presidente ejecutivo de la empresa, Steve Shindler.
NII, que en marzo contrató asesores financieros para que lo asesoraran en una posible venta de la compañía, dijo que no podrá continuar operando a menos que “reestructure sus obligaciones crediticias, encuentre una solución estratégica o una combinación de ambas opciones”.
Las acciones de NII caían más de un 50 por ciento en las operaciones tras el cierre del mercado regular, a 30 centavos de dólar desde su cierre en 66 centavos en el Nasdaq.
La empresa había dicho que UBS Investment Bank le ayudaría a buscar alternativas, que incluían asociaciones, su venta o la de alguna de sus unidades.
NII terminó el segundo trimestre con una deuda neta de US$ 4,800 millones y US$ 1,000 millones en efectivo e inversiones.
La empresa dijo en la víspera que está tomando medidas más agresivas para reducir sus costos y que está en conversaciones con sus acreedores para reestructurar deudas.
Además, está enfrentando una intensa competencia en Brasil y México, sus principales mercados. Asimismo, ha estado tratando de frenar una pérdida de clientes corporativos que han sido atraídos por Telefónica Brasil SA y América Móvil de Carlos Slim, que ofrecen planes sin límites y redes más veloces y con mayor cobertura.
NII sostuvo a principios de año que perdió clientes en México, su segundo mayor mercado, por problemas con sus servicios de roaming, luego de que Sprint Corp, de la que obtuvo la licencia de la marca Nextel para América Latina, cerró su red de telecomunicaciones iDEN en el país.
La pérdida neta de la empresa creció a US$ 623.3 millones de dólares, o US$ 3.62 por acción, desde US$ 396.4 millones o US$ 2.30 por acción en el mismo período del año anterior.
Perdió 77,000 abonados en el trimestre que terminó el 30 de junio. Los ingresos por operación cayeron un 23 por ciento a US$ 968.8 millones.
Los analistas esperaban una pérdida de US$ 2.3 por acción y ventas de US$ 948.1 millones, según Thomson Reuters.