(Bloomberg).- Samsung Electronics Co. puso de manifiesto la resiliencia de su negocio al reportar su mejor beneficio operativo en tres años, y resistir a la muerte de su Galaxy Note 7 gracias a las divisiones de chips y pantallas, y a los teléfonos inteligentes más baratos.
El mayor fabricante mundial de dispositivos móviles registró un aumento del 50% en sus ganancias operativas trimestrales, después de que la demanda de marcas chinas de teléfonos inteligentes hizo que subieran los precios de los chips de memoria e impulsó la unidad que fabrica pantallas orgánicas de diodos emisores de luz (LED). Asimismo Samsung retocó una línea más antigua de teléfonos con nuevos colores y funciones, lo que contribuyó a superar la ausencia del Note 7.
Samsung está saliendo de su mayor crisis empresarial, cuando los informes sobre los incendios del Note 7 obligaron a la empresa coreana a eliminar del mercado su dispositivo más rentable. Todavía no se han dado a conocer los resultados de la investigación posterior al episodio que le costó a Samsung más de US$ 6,000 millones y le aseguró a Apple Inc. el liderazgo en dispositivos premium para la temporada de las fiestas de fin de año. Ahora está contando con que su próximo teléfono repare su reputación.
“A pesar del vacío que produjo el Note 7, Samsung logró absolverse con las sólidas ventas del S7”, dijo Lee Seung-woo, analista de IBK Securities Co. en Seúl. “Después de un aterrizaje más tranquilo en el primer trimestre, Samsung está en camino de obtener una ganancia récord en el trimestre de junio, al sacar al mercado el S8”.
Los ingresos operativos se elevaron a 9.2 billones de won (US$ 7,800 millones) en el trimestre finalizado en diciembre, su mayor ganancia en tres años, según los resultados preliminares de la empresa con sede en Suwon, Corea del Sur, presentados el viernes. Esto se compara con el promedio de las estimaciones efectuadas por los analistas de 8.29 billones de won y que Bloomberg compiló en las pasadas cuatro semanas.
Las acciones de Samsung subieron un 43% en el 2016, rompiendo una racha perdedora de tres años. Samsung, que realiza la mayor parte de las ventas de componentes en dólares estadounidenses, también se benefició con un won coreano más debilitado. El dólar estadounidense se apreció a 1,157.4 en promedio durante el cuarto trimestre, en comparación con 1,121.4 won en los últimos tres meses, según datos del Banco de Corea.
Samsung cuenta este año con su emblemática línea Galaxy S para activar la atormentada división de telefonía móvil. La siguiente iteración del teléfono estaría diseñada con una pantalla con menos marco y un asistente digital con voz. Sin embargo, la empresa ha advertido también acerca de la desaceleración de mercados clave y de una creciente incertidumbre relacionada con el proteccionismo y las fluctuaciones monetarias.
Las ventas fueron de 53 billones de won en el trimestre, dijo la compañía, que se comparan con los 52.1 billones que esperaban los analistas. No se va a proporcionar la ganancia neta ni se va a desglosar el desempeño por divisiones hasta tanto se publiquen los resultados finales más hacia finales de este mes.