La crisis económica está puliendo el tradicional bienestar económico del mercado de los diamantes y animando a las empresas del sector a buscar oportunidades en otros países y minerales, según un artículo publicado hoy por el diario Expansión de España.
La propia De Beers, fundada en 1888 en Sudáfrica pero con sede operativa en Londres desde hace más de ochenta años, prevé trasladar esta última a Bostuana, un país que cuenta aún con prósperas reservas de diamantes y que ofrece importantes incentivos fiscales a las empresas extranjeras.
En picada
De Beers ha pasado de monopolizar la producción de diamantes en el mundo a controlar un tercio del mercado en menos de veinte años, y la fuerte caída de la demanda de joyas a causa de la crisis contribuye a dañar aún más sus cuentas.
Según Royal Bank of Canada, los precios de estas piedras en bruto han caído entre un 15% y un 20% en lo que va de año.
El anuncio de este traslado hace temer por el futuro de algunas de las tiendas más emblemáticas de De Beers en Londres, en especial de su enclave en la parte más selecta de la calle Picadilly. La compañía cuenta con sólo nueve establecimientos de venta al público minorista en Europa, de las que cuatro se encuentran en la capital británica.
Otras firmas afectadas por la devaluación de este mineral son Rio Tinto y BHP Billinton , que intentan ahora desprenderse de sus minas. La primera puso a la venta su división de diamantes el pasado marzo, después de fracasar en su intento por entrar en el negocio de la extracción en Rusia, un acuerdo que le habría ayudado a triplicar su producción de quilates al año.
En la actualidad, Rio Tinto cuenta con tres minas en Australia, Canadá y Zimbabue. No obstante, al igual que le sucede a BHP, este negocio no sólo no está creciendo, sino que representa una parte minoritaria de sus ingresos anuales.
De acuerdo al medio español, BHP Billiton anunció en noviembre una revisión de su negocio de diamantes y, un mes después, vendió el 51% de un proyecto de exploración en la canadiense Isla Baffin a Peregrine Diamonds por 9.1 millones de dólares (7.26 millones de euros) en tres años más incentivos.
Dolor de cabeza en joyerías
En el último eslabón de la cadena se encuentran las grandes firmas joyeras como Tiffany . La compañía nacida en Broadway ha reducido, por segunda vez en seis meses, sus previsiones de ingresos .
Según The Times, la empresa prevé facturar 454 millones de dólares este ejercicio, un 14% menos que la cifra anunciada en marzo, a causa de las menores ventas en el Viejo Continente (en especial, en Reino Unido) y una perjudicial relación dólar-euro.