La multinacional brasileña Tigre, líder en la fabricación de tubos, conexiones y accesorios en Perú y una de las más grandes del mundo, inauguró hoy una planta nueva en Lima en la cual invirtió más de US$ 30 millones.
La nueva planta de Tigre se levantó en el distrito de Lurín, a 32 kilómetros de Lima Metropolitana, y es su planta más moderna fuera de Brasil.
La empresa explicó que aprovechando el momento favorable de la economía peruana y el crecimiento del sector de la construcción civil, la planta de Perú tiene el objetivo de doblar la capacidad de tubos, conexiones y accesorios producidos por Tigre en ese país.
En pleno funcionamiento, la unidad de Lurín podrá producir anualmente alrededor de 45,000 toneladas.
“Estamos enfocados en el liderazgo en todos los países donde Tigre actúa y esa inauguración es más un paso para el fortalecimiento de nuestra marca en Sudamérica. Perú tiene gran importancia para nuestro negocio, por las oportunidades que reserva para las compañías del sector de la construcción civil y por el escenario económico en crecimiento. Apostamos mucho en el éxito de esta operación”, afirma Otto von Sothen, presidente de Tigre.
Con 80 mil metros cuadrados, la nueva estructura ensamblará las dos unidades actuales de Perú en una única planta que tiene construcción sostenible, con aprovechamiento de residuos, uso de tecnologías avanzadas para reducir el consumo de energía y agua, y el 100% de las líneas de extrusión automatizado.
Tigre empezó su historia en Perú en 2008, con la adquisición de Plástica, marca muy popular de tubos y conexiones. En 2013, aumentó su operación en el país con la compra de Matusita, del mismo segmento, con posicionamiento premium. Ahora, desea hacer crecer la marca Tigre en ese mercado.