“Suele suceder que, al hablar de innovación, se asusta a las empresas, sobre todo a las que recién empiezan. A una compañía pequeña no se le puede hablar en difícil, no la puedes agobiar con temas y más temas. Cada empresa innova desde lo que puede y debe. Una compañía que recién empieza innovará en procesos, otra que ya tiene buenos procesos lo hará en tecnología, la que ya tiene buena tecnología verá otras formas de ser más productiva.
Otro mito alrededor de la innovación es sobre los modelos preconcebidos, aquellos que llegan como comida enlatada listos para aplicarse en realidades que no siempre se parecen a los lugares donde fueron ideados. Es típico: llega un gringo o un europeo, habla muy bonito y cuenta lo exitoso que ha sido. Uno le cree y compra su modelo, cuando no te sirve ni a ti ni a nadie.
Los modelos de innovación deben ser personalizados, aterrizados en el contexto de cada compañía. Yo no te puedo ayudar si no te conozco. Las similitudes son muy pocas, cada caso es distinto. Por eso, aquello de los modelos internacionales debe ser tomado con mucho cuidado”.